MADRID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
El fuego ha arrasado un total de 174.788 hectáreas desde el 1 de enero hasta el 31 de octubre, de las cuales, el 39,54 por ciento, se quemaron durante el mes de octubre, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, que apuntan que el fuego se llevó en el décimo mes del año 69.109,57 hectáreas.
Las cifras sitúan a 2017 como el segundo peor año del decenio, solo superado por 2012, cuando entre enero y octubre se quemaron 216.194 hectáreas. Si bien, este es ya el peor año del decenio en cuanto a grandes incendios forestales, ya que hasta el 31 de octubre 52 fuegos superaron la barrera de las 500 hectáreas, once más que los grandes incendios de 2012 y 63,46 por ciento más (2,73 veces más) que la media del decenio, que son 19 grandes fuegos.
En total, la cifra de hectáreas quemadas hasta octubre supera en un 50,81 por ciento la media del decenio (85.978 has) y supone un 64,89 por ciento más que en el mismo periodo de 2016.
Durante el mes de octubre se han producido 1.411 fuegos de los 13.153 acumulados de todo el año. La cifra es un 13,04 por ciento superior a la media del decenio y un 59,41 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado.
Del total de siniestros, la mayor parte, 8.248 fueron conatos, de menos de 1 hectárea afectada y 4.905 fueron incendios de más de 1 hectárea. De estos, 52 superaron las 500 hectáreas quemadas.
En cuanto al tipo de vegetación, destaca la incidencia del fuego durante el mes de octubre en la superficie arbolada, ya que hasta el 30 de septiembre se habían quemado 35.657 hectáreas de este tipo frente a las 69.166,20, casi el doble.
Igualmente durante octubre ha crecido la superficie matorral y monte abierto respecto al mes anterior, ya que en esta treintena se ha quemado 38.425 hectáreas, casi la mitad del acumulado en lo que va de año. En concreto, la superficie matorral y monte abierto quemada hasta el 31 de octubre alcanza las 94.979 hectáreas, una cifra que es un 67,94 por ciento superior a la del mes pasado.
La superficie de pastos y dehesas afectada hasta el 31 de octubre es de 10.643 hectáreas, una cifra similar a la media del decenio, que se sitúa en 10.280 hectáreas quemadas, pero un 41,21 por ciento más que las 6.256 hectáreas arrasadas en el mismo periodo de 2016.
En cuanto a la distribución geográfica, el 52,80 por ciento de los siniestros desde el 1 de enero hasta el 31 de octubre se registraron en el noroeste; el 31,54 por ciento afectaron a las comunidades interiores; el 15,20 por ciento al Mediterráneo y el 0,46 por ciento, a Canarias.
Del total de la superficie forestal quemada, el 73,78 por ciento ardió en el noroeste; el 14,18 por ciento en las comunidades interiores; el 10,44 por ciento en el Mediterráneo y un 1,60 por ciento en Canarias.
Asimismo, el 64,74 por ciento de la superficie arbolada en lo que va de año se quemó en el noroeste; el 17,30 por ciento en el Mediterráneo; el 13,94 por ciento en las comunidades interiores y el 4,02 por ciento en Canarias.
En total, el fuego ha afectado este año al 0,630 por ciento de la superficie nacional, el doble que la media del decenio, que es 0,310 por ciento del total y casi tres veces más que en el mismo periodo del año pasado, 0,221 por ciento.
De acuerdo con las estadísticas del Ministerio, en el periodo 1991-2000 se dobló el número de fuegos respecto al decenio anterior, con una media de 19.097 siniestros al año. Esta cifra, sin embargo bajó a 17.127 en el periodo 2001-2010, debido a los años 2007-2010, un periodo en el que por primera vez se observó una tendencia decreciente.