MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Artemisán insta a las administraciones a descatalogar "de forma inmediata" al arruí como especie exótica invasora porque asegura que no cumple con las condiciones para serlo al tiempo que denuncia el "exterminio" de la especie que se está produciendo en algunos territorios.
Además, plantea retomar el plan de ordenación de los recursos naturales de Sierra Espuña de la Región de Murcia, porque asegura que los estudios científicos sobre la especie subrayan el importante beneficio que produce para el ecosistema y la economía del territorio.
La fundación recuerda que la población de muflones del Atlas norteafricano en España es la única en Europa, mientras que en África está prácticamente extinguido y asegura que "la labor de exterminio" realizada por la administración murciana ha dejado "cientos de cadáveres abandonados" en Sierra Espuña, en contra de la legislación.
El arruí o muflón del Atlas norteafricano habita en esta sierra murciana desde hace más de 50 años y ha proporcionado, según la fundación, "importantes beneficios económicos, científicos y medioambientales en la zona".
Así, recuerda que su exterminio comenzó cuando hace un año el Tribunal Supremo dio la razón a un recurso de Ecologistas en Acción, AEMS Ríos con Vida y de SEO/BirdLife sobre el Catálogo de especies exóticas invasoras entre las que el arruí está incluida, que obliga a las administraciones su erradicación.
Antes de esta sentencia, el Plan de ordenación establecía mantener 300 ejemplares de los 700 que habitaban la zona. El catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid Alfonso de Miguel y autor del libro 'Arruí, oportunidades y amenazas' asegura que esta especie es "muy beneficiosa" para el hábitat de Sierra Espuña y advierte de que si desapareciera de la zona, el futuro de la sierra sería el del abandono peligroso, porque facilitaría los incendios, que provocarían "daños irreparables en algunas especies arbustivas".
Mientras, el investigador del CSIC Jorge Cassinello ha explicado que el arruí cuando come no arranca la hierba como otros herbívoros, sino que se limita a cortar, por lo que consigue que retoñe el color verde y por tanto no haya un alto peligro de incendios. Además, destaca que la especie controla la invasión natural de matorrales, por lo que ayuda a controlar el paisaje convirtiéndose en un "cortafuegos natural".
En este contexto, relata que su hábitat es poco boscoso y seco, mientras que la cabra habita en lugares con regímenes de lluvias más altos y en zonas más boscosas. "La cabra convive con el arruí y éste no la desplaza, pero sí a la inversa. Un punto muy importante es que la dieta del arruí se basa en herbáceos mientras que la cabra lo hace de matorrales, por lo que no existe disputa directa por el alimento", ha comentado.
Por ello, ambos insisten en que "el arruí no reúne ni uno solo de los requisitos para ser declarado especie invasora" porque "no contamina, no se híbrida, no trasmite enfermedades, no perjudica a las economías locales y no desplaza a la cabra montés".
"En África los arruís se encuentran en claro declive, con una clara tendencia a la desaparición, por lo que las poblaciones en España pueden ser un reservorio para conseguir huir de su extinción", ha manifestado San Miguel.
Fundación Artemisan es una organización sin ánimo de lucro para la promoción de la investigación y la comunicación de la caza que está integrada por un amplio número de organizaciones cinegéticas como Aproca, Oficina Nacional de la Caza, Ademac y Asiccaza, Federaciones de Caza de Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura o Castilla y León, y más de 60 empresarios privados.