MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
La ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, se ha puesto en contacto con las personas "cercanas" a la joven activista sueca, Greta Thunberg, para tratar de "facilitar su asistencia" a la XXV Cumbre del Clima de Chile, una vez que la ubicación de la misma se ha trasladado a Madrid. Su participación, sin embargo, podría realizarse de forma remota.
La joven atravesó este verano el Atlántico en el 'Malizia', el barco ecológico del príncipe de Mónaco, Pierre Casiraghi, y llegó a principios de septiembre a Nueva York (EEUU) para participar en la Cumbre de Acción Climática de la ONU. Desde allí, está recorriendo Canadá y distintas ciudades de Estados Unidos, participa en las manifestaciones de los jóvenes por el clima, un movimiento que ella misma ha impulsado en apenas un año, para exigir a los líderes mundiales que luchen y actúen con determinación para frenar el cambio climático.
Sin embargo, el traslado de sede de la COP de Santiago de Chile a Madrid, ha supuesto un cambio en los planes de la joven sueca que preveía asistir a la XXV COP.
Una vez se conoció el cambio de ciudad, Greta pidió ayuda a través de la red social Twitter para tratar de llegar a tiempo a Madrid y Teresa Ribera respondió a la joven para ofrecerle la ayuda de España.
Este martes, durante una comparecencia de la ministra en funciones para explicar con detalle la organización de la cumbre, Ribera ha confirmado que el Gobierno ha mantenido "contacto" con las personas cercanas a Greta para tratar de solucionar su problema con los transportes.
Greta, que no viaja en avión por las altas emisiones de gases de efecto invernadero que genera este medio de locomoción, quiere viajar en barco.
Ribera ha explicado que en esta época el Atlántico norte "no es muy fácil de atravesar", por lo que aunque no ha descartado la presencia de Thunberg en Madrid, ha abierto la puerta a que la joven no acuda, ante el escaso margen de tiempo, ya que apenas faltan tres semanas para el comienzo.
En todo caso, ha asegurado que se facilitará la participación segura de la activista en la COP25 aunque podría realizarse "en modo remoto", es decir, a través de videoconferencia.
"El problema de Greta no es de financiación, sino de modos de transporte", ha insistido.