BRUSELAS, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
La organización ecologista Greenpeace ha criticado este miércoles el acuerdo de los ministros de Pesca de la Unión Europea para mantener las ayudas al desguace y otros apoyos al sector en el futuro Fondo europeo marítimo y pesquero (FEMP), porque considera que los Veintisiete anteponen con ello los intereses de la industria a la protección de los recursos pesqueros.
"Ya no hay suficientes peces para todos los barcos que hay, por lo que no tiene ningún sentido que los gobiernos sigan dando subsidios a una flota europeo sobredimensionada", ha dicho en un comunicado la responsable de política europea de pesca en Greenpeace, Saskia Richartz.
El acuerdo de los 27 ha llegado en torno a las 04:00 horas de la madrugada del miércoles tras el pulso que desde el lunes mantenían, por un lado, los países que defienden estas ayudas, con España y Francia a la cabeza, y, por otro, los detractores, representados por Reino Unido, Países Bajos, Suecia y Alemania.
La solución final --que ha logado el apoyo mayoritario de los países, aunque no el de Alemania, Malta, Bélgica y Lituania-- limita las ayudas al desguace hasta 2017 y las hace incompatibles con otros apoyos al cese temporal de la actividad.
También fija un techo del 15 por ciento en la asignación de cada país (o un máximo de 6 millones de euros) que se podrá destinar a las medidas para la reestructuración de la flota, incluidas las paradas temporales y la modernización de los motores.
En opinión de Richartz, la decisión sobre el futuro fondo, que Bruselas quiere dotar con 6.500 millones de euros para el periodo 2014-2020, supone "tirar el dinero de los contribuyentes en aquello que ha causado el problema". "Es ridículo", insiste la representante de Greenpeace en el comunicado, porque "es como pagar a quien te roba".
La organización ecologista critica especialmente que la industria pesquera, "responsable de la mayoría de daños en el mar, vaya a recibir la mayor parte del dinero, mientras que lo perderán los pescadores con prácticas sostenibles".
Greenpeace pide que se enmienden algunas de las disposiciones que han sido acordadas y reclama que la concesión de fondos comunitarios para el desguace estén condicionados a que no se pueda reinvertir en nuevos buques.
De acuerdo a los datos de Greenpeace, entre 1994 y 2006 los principales países pesqueros de la UE, con España a la cabeza, han gastado en total 266 millones de euros en la construcción y modernización de sus buques.