MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
Una expedición de Greenpeace en el fondo marino del mar de Weddell ha descubierto una gran biodiversidad en esta zona de la Antártida para la que pide su protección especial con urgencia como área marina protegida (AMP) ahora que los gobiernos están reunidos en Naciones Unidas para tratar de alcanzar un Tratado Global de los Océanos.
El equipo científico ha realizado la inmersión submarina a 65 grados sur, por lo que considera que es la más austral de la historia y los expedicionarios aseguran haber sido testigos de una "increíble abundancia de vida, incluidos corales y otras especies vulnerables".
Con las imágenes instan a la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR, por sus siglas en inglés) que otorguen una protección especial a esta zona remota en un momento en el que el hielo antártico ha alcanzado su extensión más baja registrada por satélite.
El responsable de Océanos de Greenpeace y piloto submarino, John Hocevar, ha explicado que las profundidades marinas que normalmente están cubiertas por hielo han descubierto una "increíble" abundancia de vida. Pero como ahora hay menos hielo en las aguas antárticas que en cualquier otro momento de la historia, se necesita "urgentemente santuarios marinos en las aguas antárticas para proteger este ecosistema crucial".**La investigadora asociada de la Academia de Ciencias de California e investigadora principal de la expedición, Susan Lockhart, relata que ha sido "asombroso" ver cuánta vida había en una parte del fondo del mar normalmente cubierta por la oscuridad del hielo marino a lo largo de millas en cualquier dirección.
"Fuimos testigos no solo de una sorprendente abundancia de vida, sino también de una increíble diversidad de corales y otras especies altamente vulnerables", ha añadido Lockhart que informa de que usarán los datos de las inmersiones para solicitar que el área sea designada como Ecosistema Marino Vulnerable y obtenga la protección que necesita con urgencia.*
Hace casi una década se propuso la designación del Mar de Weddel como área marina protegida y Greenpeace critica a la Comisión de la Antártida por "permitir que la explotación dirija su agenda", ya que solo protege al 5 por ciento de las aguas antárticas a pesar del compromiso de la Comisión de haber completado una red representativa de áreas marinas protegidas para 2012.
La ONG lleva años reclamando la protección de al menos el 30 por ciento de los océanos globales para 2030 y precisamente, esta y la próxima semana se reúnen los países en Naciones Unidas para pactar un Tratado Global de los Océanos, una nueva herramienta esencial para crear una red de santuarios marinos, libres de actividad humana dañina, en aguas internacionales.