MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
La organización Greenpeace ha reclamado al Gobierno que este martes y miércoles defienda en la Comisión Europea la ampliación de las restricciones para lograr la prohibición total de tres neonicotinoides que afectan a las abejas y otros insectos incluso cuando se utilizan dentro de los invernaderos.
Así, este martes y miércoles se podría votar en la Comisión Europea la ampliación de la restricción de uso de los neonicotinoides que, sin embargo, permitirían el uso de estos herbicidas dentro de los invernaderos. Por eso, la ONG exige a España que opte por apoyar la prohibición total de estos tres neonicotinoides.
Según un estudio presentado por la ONG, los neonicotinoides están presentes en los cursos de agua cercanos a los invernaderos en los que se han utilizado y concluye que estas sustancias no solo matan directamente a las abejas sino que interfieren también en su capacidad de orientación y reproducción, lo que contribuye al declive de sus poblaciones.
Sin embargo, la ONG advierte de que sus efectos no se quedan ahí porque también suponen una amenaza para muchas otras especies, como los insectos acuáticos. "Los neonicotinoides contaminan el medio ambiente circundante incluso si se utilizan exclusivamente dentro de los invernaderos. Su uso puede estar confinado en principio, pero sigue representando un peligro para las abejas y otras especies silvestres. Solo una prohibición total protegería a las abejas, otros polinizadores y la vida silvestre de los neonicotinoides", ha asegurado la experta de la Unidad Científica de Greenpeace de la Universidad de Exeter, Kirsten Thompson.
La Comisión Europea estableció restricciones al uso de imidacloprid, la clotianidina de Bayer y el tiametoxan de Syngenta y prohibió algunos usos en cultivos que son atractivos para las abejas, como los girasoles, la colza, las manzanas, las almendras o pepinos. La restricción no afectó a su uso en invernaderos y se permite la fumigación de cultivos atractivos para abejas después de la floración o la utilización en cultivos considerados menos atractivos para las abejas, como los cereales de invierno o la remolacha azucarera.
Precisamente, en marzo de este año, la Comisión Europea planteó ampliar las prohibiciones de estos tres neonicotinoides pero sin restringir su uso en invernaderos de acuerdo con una evaluación de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que advierte de que estas sustancias químicas pueden dañar a las abejas no solo por la dispersión del polvo de las semillas recubiertas y la fumigación sino a través de los residuos presentes en un entorno amplio.
Sin embargo, además de estos, otros cuatro neonicotinoides están aprobados para uso sin cualquier restricción en la UE. Se trata del acetamiprid, tiacloprid, sulfoxaflor y flupyradifurone, que se utilizan cada vez más como sustitutos de los tres insecticidas restringidos.
El responsable de Agricultura de Greenpeace España, Luis Ferrreirim, ha instado al Gobierno a apoyar la prohibición total de los neonicotinoides y la de otros plaguicidas "igualmente peligrosos" y que, a largo plazo, fomente la transición a la agricultura ecológica, "la única solución de futuro".