Dos machos con pelaje de invierno y una hembra reproductora fotografiados con las cámaras de fototrampeo utilizadas en el seguimiento de 8 años.
Dos machos con pelaje de invierno y una hembra reproductora fotografiados con las cámaras de fototrampeo utilizadas en el seguimiento de 8 años. - OBSERVATORIO DEL ESTADO DE CONSERVACIÓN DEL LOBO
Publicado: martes, 5 julio 2022 12:14

   MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Los métodos de seguimiento utilizados para evaluar el estado de conservación del lobo ibérico, Canis lupus signatus, son insuficientes y tienden a sobreestimar tanto el tamaño de las poblaciones como su éxito de reproducción, según un estudio del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN-CSIC), realizado en colaboración con el Observatorio del Estado de Conservación del Lobo y el Servicio de Cálculo Científico del CSIC.

   Así, el MNCN propone un método de seguimiento cuya investigación se ha publicado en la revista Hystrix the Italian Journal of Mammalogy, donde se han monitorizado la población de lobos del Sistema Central de la península Ibérica durante ocho años (2010-2018) y ha comprobado que muy pocas manadas tienen una actividad reproductiva regular que permita, a largo plazo, generar descendencia y expandirse a otros territorios.

   "Según los resultados de nuestra investigación, las manadas distribuidas en el Sistema Central deben tener al menos cuatro individuos para asegurar la reproducción. Pero esto es poco frecuente, porque hemos vistos que el tamaño medio de las manadas es de 3,5 lobos", expone el investigador del MNCN Fernando Palacios.

   Además, asegura que la tendencia hacia tamaños de manada pequeños influye de forma "negativa" en las tasas de reproducción e indica que su estado de conservación en la zona es "desfavorable".

   Estos datos difieren con los obtenidos por otros autores en áreas con condiciones ecológicas similares, lo que pone de manifiesto que los que se utilizan para establecer sistemas de protección tienden a extraer conclusiones demasiado optimistas sobre el estado de las poblaciones del lobo.

   Para evaluar la situación del lobo, los autores del estudio monitorizaron la población mediante técnicas de muestreo no invasivas tales como la detección de señales de marcas de lobo en las rutas de muestreo, la detección de excrementos de lobos para delimitar los territorios de las manadas o la colocación de cámaras de fototrampeo para obtener información sobre el tamaño de las manadas.

   En este sentido, los autores consideran necesario llevar a cabo una metodología "más precisa" para evitar que las decisiones de gestión de las poblaciones de lobos se basen en estimaciones erróneas que puedan comprometer su viabilidad.

   El lobo es el depredador que está en lo alto de la cadena trófica en los ecosistemas europeos, un regulador natural de las poblaciones de animales como los ciervos o los jabalís cuyas poblaciones se están disparando en muchas regiones. La especie fue erradicada del Sistema Central en 1976, área a la que volvió tres décadas después, en 2006.

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