Estudio resultado de tres años de trabajo de 165 destacados expertos internacionales de 57 países de todas las regiones del mundo
MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Plataforma Intergubernamental sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) ha advertido de una disminución de la biodiversidad de entre un 2 y un 6% por década en todos los indicadores evaluados durante los últimos 50 años.
Así lo refleja el Informe de evaluación sobre las interconexiones entre la diversidad biológica, el agua, los alimentos y la salud, conocido como 'Informe Nexus', publicado este martes por IPBES.
El estudio ofrece a los responsables de la toma de decisiones de todo el mundo una evaluación científica sobre estas interconexiones y explora más de cinco docenas de opciones de respuesta específicas para maximizar los beneficios colaterales en cinco "elementos del nexo": la diversidad biológica, el agua, los alimentos, la salud y el cambio climático.
El informe, aprobado el lunes en la 11ª sesión del Plenario de la IPBES, integrado por representantes de los 147 gobiernos que son miembros de la IPBES, es el resultado de tres años de trabajo de 165 destacados expertos internacionales de 57 países de todas las regiones del mundo. En él se concluye que las medidas existentes para abordar estos desafíos "no logran abordar la complejidad de los problemas interrelacionados y dan lugar a una gobernanza inconsistente".
El documento señala que la biodiversidad --la riqueza y variedad de toda la vida en la Tierra-- "está disminuyendo en todos los niveles, desde el global hasta el local, y en todas las regiones". Estas disminuciones constantes de la naturaleza, en gran medida como resultado de la actividad humana, incluido el cambio climático, "tienen efectos directos y nefastos en la seguridad alimentaria y la nutrición, la calidad y disponibilidad del agua, los resultados en materia de salud y bienestar, la resiliencia al cambio climático y casi todas las demás contribuciones de la naturaleza a las personas".
Basándose en informes anteriores de la IPBES, en particular el Informe de evaluación de valores de 2022 y el Informe de evaluación mundial de 2019, que identificaron los impulsores directos más importantes de la pérdida de biodiversidad, incluidos el cambio de uso de la tierra y el mar, la explotación insostenible, las especies exóticas invasoras y la contaminación, el Informe Nexus destaca además cómo los impulsores socioeconómicos indirectos, como el aumento de los desechos, el consumo excesivo y el crecimiento demográfico, "intensifican los impulsores directos, empeorando los impactos en todas las partes del nexo".
La mayoría de los doce indicadores evaluados en relación con estos impulsores indirectos, como el PIB, los niveles de población y el suministro general de alimentos, han aumentado o se han acelerado desde 2001.
El informe destaca que más de la mitad del producto interno bruto mundial (más de 50 billones de dólares de actividad económica anual en todo el mundo) depende de la naturaleza entre moderada y altamente.
RIESGOS POR LA DEMORA EN LA ADOPCIÓN DE MEDIDAS
La investigación alerta de que la demora en la adopción de medidas para lograr los objetivos de biodiversidad podría duplicar los costos, lo que también aumentaría la probabilidad de pérdidas irreparables, como la extinción de especies. La demora en la adopción de medidas para abordar el cambio climático añade al menos 500.000 millones de dólares al año en costos adicionales para alcanzar los objetivos de política.
También refleja que más de la mitad de la población mundial vive en zonas que sufren los mayores impactos de la disminución de la biodiversidad, la disponibilidad y calidad del agua y la seguridad alimentaria, así como del aumento de los riesgos para la salud y los efectos negativos del cambio climático.
Estas cargas afectan especialmente a los países en desarrollo, incluidos los pequeños Estados insulares en desarrollo, los pueblos indígenas y las comunidades locales, así como a las personas en situaciones vulnerables en los países de ingresos más altos.
El 41% de las personas vive en zonas que sufrieron disminuciones extremadamente fuertes de la biodiversidad entre 2000 y 2010, el 9% en zonas que han experimentado cargas sanitarias muy elevadas y el 5% en zonas con altos niveles de malnutrición.
Algunas iniciativas, como la investigación y la innovación, la educación y las regulaciones ambientales, han logrado parcialmente mejorar las tendencias en todos los elementos del nexo, pero el informe concluye que "es poco probable que tengan éxito si no se abordan más a fondo las interrelaciones y se abordan los factores indirectos, como el comercio y el consumo".
Una toma de decisiones más inclusiva, con especial atención a la equidad, puede ayudar a garantizar que los más afectados sean incluidos en las soluciones, además de las reformas económicas y financieras más amplias.
ESCENARIOS FUTUROS
El informe también examina los desafíos futuros y evalúa 186 escenarios diferentes de 52 estudios separados, que proyectan interacciones entre tres o más de los elementos del nexo, cubriendo principalmente los períodos hasta 2050 y 2100.
Un mensaje clave de este análisis es que si continúan las tendencias actuales de "seguir como siempre" en los impulsores directos e indirectos del cambio, los resultados "serán extremadamente malos para la biodiversidad, la calidad del agua y la salud humana, con un cambio climático que empeorará y mayores desafíos para cumplir los objetivos de políticas globales".
De manera similar, el estudio afirma que si se intenta maximizar los resultados de una sola parte del nexo de manera aislada, "es probable que se obtengan resultados negativos para los demás elementos del nexo".
Por ejemplo, detalla que si se adopta un enfoque que priorice los alimentos, se dará prioridad a la producción de alimentos con beneficios positivos para la salud nutricional, derivados de una intensificación insostenible de la producción y un mayor consumo per cápita. Esto tiene efectos negativos sobre la biodiversidad, el agua y el cambio climático.
"Una regulación ambiental deficiente, agravada por las demoras, da lugar a un empeoramiento de los efectos sobre la biodiversidad, los alimentos, la salud humana y el cambio climático", añade.
OPCIONES DE RESPUESTA
El informe muestra que actualmente hay un número significativo de respuestas (a nivel político, comunitario y de políticas) disponibles para gestionar de manera sostenible la biodiversidad, el agua, los alimentos, la salud y el cambio climático, algunas de las cuales también son de bajo costo. Los autores presentan más de 70 de estas "opciones de respuesta" para ayudar a gestionar los elementos del nexo de manera sinérgica.
Algunos ejemplos de estas opciones de respuesta que tienen impactos "ampliamente positivos" en todos los elementos del nexo son: restaurar ecosistemas ricos en carbono, como bosques, suelos y manglares; gestionar la biodiversidad para reducir el riesgo de propagación de enfermedades de los animales a los seres humanos; mejorar la gestión integrada de paisajes terrestres y marinos; soluciones urbanas basadas en la naturaleza; dietas saludables sostenibles; y apoyar los sistemas alimentarios indígenas.
"Hay otras opciones de respuesta importantes, pero es posible que no tengan tantos beneficios sinérgicos para todos los elementos del nexo. Algunas, como la energía eólica marina y las represas, pueden tener efectos negativos sobre otros elementos del nexo si no se implementan con cuidado", subraya el informe.
Igualmente, el documento concluye que garantizar la participación inclusiva, por ejemplo, incluyendo a los pueblos indígenas y las comunidades locales en el diseño conjunto, la gobernanza y la implementación de las opciones de respuesta, "también puede aumentar los beneficios y la equidad de estas medidas".