Más de un millón de personas pide a Bruselas una ley estricta contra la deforestación y sus productos derivados en la UE

Incendio forestal en el Amazonas
Incendio forestal en el Amazonas - GREENPEACE - Archivo
Publicado: viernes, 13 noviembre 2020 16:13

   MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Más de un millón de personas se ha unido a la consulta de la Comisión Europea, que aún estará vigente hasta el 10 de diciembre, para pedir una estricta ley contra la deforestación que está impulsada los productos de consumo que llegan al mercado europeo. Se trata de la consulta pública con más firmas hasta la fecha en temas ambientales.

   La campaña #NoTeComasElBosque es una iniciativa de 140 organizaciones entre las que participan las españolas WWF, Greenpeace, SEO/BirdLife y el Instituto Jane Goodall en España que piden a la Comisión Europea a través de una consulta pública una ley "estricta" que matenga "fuera del mercado" de los Veintisiete los productos vinculados a la deforestación, destrucción de otros ecosistemas, o que pongan en peligro los derechos de los pueblos indígenas. El millón de firmas alcanzado hoy supone un récord en la historia de la UE en cuanto a una consulta pública sobre temas ambientales.

   Además de la petición ciudadana, el Parlamento Europeo apoyó el mes pasado una ley para detener la deforestación. El director de conservación de WWF España, Enrique Segovia, asegura que los productos vinculados con la deforestación "están en todas partes de Europa, desde cerdos o pollos alimentados con soja, hasta helados que contienen aceite de palma insostenible".

   Por eso, considera que la gente en la actualidad no tiene forma de saber si sus compras han contribuido a destruir la naturaleza. "Podemos cambiarlo. Más de un millón de personas quieren una ley estricta de la UE que frene la deforestación", ha celebrado Segovia que añade que ahora la Comisión Europea debe publicar un proyecto de ley para retirar "para siempre" los productos de los supermercados cultivados tras arrasar bosques u otros ecosistemas de los arrasando bosques u otros ecosistemas.

   Desde SEO/BirdLife, la coordinadora de conservación, Ana Carricondo, ha recordado que la Estrategia Europea de Biodiversidad recoge que hay que proteger de manera estricta los bosques relictos en Europa y aumentar la superficie de espacios protegidos al 30 por ciento, y que de ellos el 10 por ciento con una protección estricta, junto con el fomento de un agricultura sostenible; tanto por los servicios ecosistémicos que generan como por su función de contención ante el cambio climático.

   Por tanto, opina que "no sería aceptable, por ser contradictorio, que la UE pretenda proteger los bosques europeos pero no aplique ese mismo criterio a escala mundial, cuando la destrucción forestal se produce por el consumo de productos procedentes de la tala de bosques externos a la UE".

   Mientras, el portavoz de la campaña de Bosques de Greenpeace España, Miguel Ángel Soto, ha destacado que desde las importaciones de soja para piensos de engorde de la ganadería industrial, hasta el aceite de palma del mal llamado biodiesel, las cadenas de suministro del modelo agroalimentario y de transporte de la UE tienen un "enorme impacto ambiental y social que se traslada más allá de las fronteras europeas".

   Asimismo, ha advertido de que más del 40 por ciento de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero de Brasil proceden de los cambios de uso del suelo, de la deforestación principalmente. "Esta deforestación y estas emisiones contaminantes son también responsabilidad de nuestro consumo del sistema agroalimentario y de transporte europeo", denuncia.

   A nivel mundial, la UE es responsable de más del 10 por ciento de la destrucción de los bosques, impulsada por el consumo de productos básicos como carne, lácteos, soja para alimentación animal, aceite de palma, caucho, café y cacao. Desde 2015, cada año se han perdido 10 millones de hectáreas (una superficie más grande que Portugal) de bosques en todo el mundo debido a la deforestación.

   Por último, la doctora Jane Goodall, fundadora del Instituto que lleva su nombre, ha destacado que para reducir el impacto que las acciones cotidianas tienen en la biodiversidad global, cada persona cuenta. "Cada uno de nosotros tiene un rol a jugar, como ciudadanos, como consumidores, como trabajadores, votantes o activistas; juntos marcamos una gran diferencia para hacer de este mundo un lugar mejor", ha apostillado Goodall, que anima a los ciudadanos a seguir participando en la consulta pública de la Comisión sobre la deforestación, que finalizará el 10 de diciembre.