MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los grandes incendios forestales (GIF) en España, los que superan las 500 hectáreas de superficie arrasada, cuentan con una larga historia en España aunque en los últimos años, esta categoría de fuegos se ha reducido en número pero no su extensión, según las estadísticas.
Así, desde 2004, pasarán a la historia forestal de las últimas décadas en España fuegos como el de las Minas de Riotinto, en Huelva y Sevilla, entre el 27 de julio y el 4 de agosto de 20014. En este fuego falleció una pareja de ancianos y se quemó un total de 25.928 hectáreas (has) en un fuego intencionado, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
El siguiente mayor incendio de la década comprendida entre 2001 y 2010 tuvo lugar en Los Realejos (Santa Cruz de Tenerife), cuando entre el 30 de julio y el 16 de agosto, el fuego se llevó 14.162 has en otro siniestro cuyo origen también fue intencionado.
Dos años antes, en 2005 se produjo uno de los peores incendios, si no por extensión sí por víctimas mortales, ya que en Riba de Saélices, en Guadalajara fallecieron 11 brigadistas que luchaban por extinguir un fuego provocado por una barbacoa y que arrasó 10.352 has que se quemaron entre el 16 de julio y el 2 de agosto de 2015.
En cuarto lugar, con 6.994 has quemadas, se sitúo el fuego de Agallas, entre Salamanca y Cáceres, entre los días 13 y 23 de agosto, esta vez por una quema agrícola. A este le sigue el incendio de Tejeda, en Las Palmas, cuando durante casi un mes, del 27 de julio de 2007 hasta el 25 de agosto de 2007 se quemaron 6.745 has de superficie en un fuego intencionado.
Un rayo calcinó 5.484 has de superficie en Aliaga (Teruel) entre el 22 de julio y el 28 de julio de 2009 y también un rayo que cayó en Portugal estuvo detrás de otro de los GIF del decenio, el que se produjo entre el 2 y el 5 de agosto de 2003 entre Cáceres y Badajoz. En Cañamero (Cáceres), pero esta vez intencionado, un fuego arrasó 4.920 has entre el 21 y el 27 de julio de 2005.
Asimismo, en Cáceres se han producido otros de los incendios más devastadores del decenio. Se trata de los fuegos de Alcuéscar que quemó entre Cáceres y Badajoz 2.777 has a causa de un rayo entre el 2 y el 8 de agosto de 2008 y el incendio de Nuñomoral, que acabó con 1.956 has quemadas entre el 25 de julio y el 8 de agosto de 2009.
En 4 de agosto de 2006, en Cercedo (Pontevedra) comenzó un fuego intencionado que quemó hasta su extinción el día 10, 3.818 has de superficie. Por superficie, le sigue el incendio que arrasó 2.980 has en Arenas de San Pedro (Ávila), entre el 28 de julio y el 25 de agosto de 2009, un fuego de casi un mes.
Casi a la vez, entre el 31 de julio y el 19 de septiembre de 2009 se quemaron en Villa de Mazo (Santa Cruz de Tenerife), un total de 2.896 has a consecuencia de fuegos artificiales. El mismo año, entre el 18 y el 23 de agosto en Zaragoza, por unas maniobras militares se quemaron 2.696 has.
Otro de los incendios de más superficie calcinada fue el de finales de agosto, entre el 26 y el 30, de 2004 en Aldeaquemada, en Jaén, donde ardieron de manera intencionada 2.729 has, el mismo motivo por el que un año antes, entre el 3 y el 18 de agosto ardieron 2.104 has en Solana de Ávila (Ávila). También en Jaén, un año más tarde, en el 7 y el 16 de agosto de 2005 un rayo fue el origen del fuego que acabó con 1.904 has.
En Barcelona, un incendio intencionado dejó 2.555 has quemadas en San Llorenç de Savall (Barcelona) del 10 al 28 de agosto de 2003 y en torno a la misma superficie y también intencionados, se quemaron 2.300 has del 10 al 15 de agosto de 2006 en Muxía (La Coruña) y 2.212 has en Pazos de Borbén (Pontevedra) entre los días 20 y 22 de julio de 2005.
ÚLTIMO LUSTRO
En la época más reciente, según el MAPAMA, el número de incendios forestales se ha ido reduciendo paulatinamente en los últimos 15 años, excepto en 2012, cuando se experimentó un repunte.
En 2013 la cifra se redujo a un total de 17 grandes incendios forestales. El primero de ellos, en Valdefresno (León) acabó con casi 600 has quemadas el 14 de mayo de forma intencionada. Ya en julio, en Almorox (Toledo) ardieron unas 1.400 has desde el día 16, a causa de motores y trabajos con maquinaria y la misma causa, en este caso se precisó que se debió a una cosechadora, en Ayora (Valencia) quedaron arrasadas 606 has.
Ese mismo verano, en Trujillo (Cáceres) ardieron 1.378 has desde el 26 de julio en un fuego que se debió a la colilla de un cigarrillo. Por negligencias, 2.347 has se quemaron en Adratx (Baleares) el 26 de julio y cinco días más tarde, en Tortuero (Guadalajara) se quemaron 919 has.
En Ávila, un fuego provocado por una línea eléctrica se inició el 3 de agosto y terminó con casi 1.100 has de superficie. Mientras, el 22 de agosto, en Villardiegua de la Ribera (Zamora) se quemaron 1.643 has a raíz de una quema de basura.
En Cualedro (Orense) el 24 de agosto comenzaron dos fuegos, uno con origen intencionado que quemo 883 has y otro, cuyas causas se desconocen, que terminó con 690 has. Sin duda, los datos avalan que el verano de 2013 fue devastador en Galicia, ya que en Oia (Pontevedra) ardieron 1.824 has el 26 de agosto; 689 has en Pontecandelas (Pontevedra), el 4 de septiembre; y siete días más tarde, en Negreira (La Coruña) ardieron 646 has y, el mismo día, 2.166 has en Caronta (La Coruña). El gran incendio más tardío del año se produjo el 11 de noviembre, cuando se quemaron 520 has en (Vilopriu) Gerona.
Por su parte, en 2014 se contabilizaron siete grandes incendios forestales. Ese año, los más importantes fueron el de Alhama de Almería (Almería), que se llevó 3.212 has de superficie a finales de marzo, seguido del de Cogolludo (Guadalajara), con 1.735 has el 17 de julio y un día más tarde, se inició un fuego en Bustares (Guadalajara) que terminó con 1.221 has quemadas.
De 2014, los datos del Ministerio destacan también el que se produjo el 20 de abril en Lucainena de las Torres (Almería), que acabó con 1.543 has de superficie. Dos meses más tarde, el 15 de junio se quemaron en Tivissa (Tarragona), 810 has y en Mecerreyes (Burgos) ardieron el 1 de septiembre 626 has. Por último, ese año a principios de marzo, un incendio en Arredondo (Cantabria) quemó 533 has.
En cuanto a 2015, el Ministerio destaca las 9.060 has arrasadas en Quesada (Jaén) el 5 de julio; las 8.400 has calcinadas en Luna (Zaragoza), que se inició un día antes; el de Acebo (Cáceres), que arrasó 6.830 has; las 2.554 has de Boal (Asturias). Ese año fue dramático en León, ya que el 15 de julio comenzaron a arder 2.124 has en Quintana del Castillo, el 30 de agosto comenzó un fuego en Cualedro, que dejó 1.478 has quemadas y otras 1.113 has ardieron en Lucillo (León).
En esa temporada también se produjeron grandes fuegos en Navalcán (Toledo), con 940 has quemadas; Trabazos (Zamora), con 878 has; Logrosán (Cáceres), con 776 has; Tineo (Asturias), con 553 as y otras 528as arrasadas en Burgo de Osma (Soria).
Por su parte, 2016 terminó con 22 grandes incendios. El más grande fue el que se dejó 4.793 has en El Paso (La Palma), las 3.000 has de Entrimo (Orense), las 2.620 has en Fabero (León) o las 2.210 has quemadas en Carcaixent y 1.535 has en Chella, ambas en Valencia.
Finalmente, de acuerdo a los datos provisionales del Comité Estatal de Coordinación de Incendios Forestales que coordina Protección Civil en lo que va de año han ardido en el conjunto del país 38.200 hectáreas, 14 veces más que hace un año y un 30 por ciento más que la media de la década, y se han registrado seis grandes fuegos en los cinco primeros meses del año.
El siniestro más grave de este año ocurrió en Robleda (Zamora), donde falleció una mujer y también se han producido dos en Granada y otro más en Formentera.