MADRID, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y la Universidad Complutense de Madrid (UCM) señala que, para hacer frente a los efectos del cambio climático en los arrozales de los humedales de Doñana, la gestión de los recursos mediante interconexiones tales como un nuevo oleoducto que conecte los cuerpos de agua con estos cultivos mejoría la gestión hídrica hasta un 20 por ciento.
Los investigadores, que han simulado diferentes situaciones para hacer frente a la escasez de agua, también han señalado a las transferencias de agua y las liberaciones adicionales de los embalses aguas arriba como alternativas con estos niveles de efectividad, salvo en algunas subcuencas.
No obstante, en el estudio destacan que "este tipo de política fue especialmente polémica entre las partes interesadas, lo que también hay que tener en cuenta a la hora de la toma de decisiones".
El estudio ha abordado la opciones para el desarrollo de políticos de adaptación frente al cambio climático simulando la disponibilidad de agua para los agricultores con el modelo WAAPA (Análisis de Políticas de Adaptación y Disponibilidad de Agua).
Además, sobre cómo los actores informados pueden contribuir a esa adaptación, los científicos han llevado a cabo una investigación participativa en la que los resultados sugieren que "la percepción sobre el papel potencial de las nuevas infraestructuras y subvenciones domina la visión de las comunidades locales".
Según los investigadores, la interrelación de los componentes cualitativos y cuantitativos del estudio ha permitido elaborar diferentes intervenciones potenciales de políticas relacionadas con la gestión del agua y proporcionar una estimación cuantitativa de su efectividad.
Así, además de la política de interconexiones y transferencias, los científicos también han señalado que una estrategia dirigida a mejorar el uso del agua en zonas urbanas podría lograr "mejoras importantes" en la disponibilidad para el riego y, a su vez, evitar la reducción para el uso ambiental.
Otro tipo de adaptación implicaría el uso de infraestructura de agua adicional para el riego, por ejemplo, de los embalses hidroeléctricos. No obstante, el estudio señala que los resultados de éstas simulaciones "mostraron que el efecto de mejora de esta política no era especialmente significativa".
Para la investigadora del grupo de Hidroinformática y Gestión del Agua de la UPM Ana Iglesias, "la gestión intensiva de los recursos hídricos, necesaria para la producción de arroz, es difícil puesto que el suministro de agua dulce se viene deteriorando a un ritmo sin precedentes".