MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/Birdlife y WWF han enviado una carta al Gobierno en la que le exigen que España abandone de inmediato el Tratado de la Carta de la Energía (TCE) porque protege las inversiones en combustibles fósiles y por los "peligros" que conlleva seguir en ese "tratado obsoleto" que permite que los países sean demandados ante tribunales privados por empresas energéticas.
En la actualidad el citado Tratado está siendo modificado y las ONG ambientales consideran que este debería alinearse con los objetivos climáticos internacionales.
La misiva que solicita la salida inmediata de España del TCE "en vista del fracaso del actual proceso de modernización" está dirigida a la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, a la Secretaria de Estado de Energía, Sara Agaesen, a la Secretaria de Estado de Comercio, Xiana Margarida Méndez Bértolo, y a la Secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y Globales, Ángeles Moreno Bau.
La carta de las organizaciones llega después de que se haya filtrado un documento sobre la última ronda de negociaciones de modernización del TCE que apunta que España, Alemania, Países Bajos y Polonia tienen serias dudas sobre la viabilidad de este proceso y piden a la Comisión Europea que evalúe cómo podría iniciarse una salida coordinada del Tratado.
Así, celebran la noticia y esperan que cristalice. El TCE fue firmado por España en 1994 sin participación y debate público junto a otros 52 países de Europa y Asia. Se trata de un acuerdo internacional que, según estas cinco ONG, se ha vuelto en contra de la soberanía de los Estados y la lucha contra el cambio climático, además de convertirse en una fuente inagotable de demandas millonarias contra los Estados.
El TCE protege las inversiones energéticas, sobre todo las relacionadas con carbón, petróleo y gas y permite a los inversores y multinacionales demandar a los Estados ante tribunales privados para reclamar compensaciones millonarias por prácticamente cualquier medida que perjudique sus intereses económicos. Esto ha dado lugar a 142 demandas conocidas, muchas de ellas a raíz del desarrollo de planes para la descarbonización por parte de los países.
En concreto, reclaman que el TCE se alinee con el Acuerdo de París, lo que supone el fin inmediato de la protección de las inversiones en combustibles fósiles en todos los países firmantes. Además denuncian la falta de transparencia y participación pública en las rondas de negociación para modificar el tratado ya que aseguran que no hay documentos significativos disponibles sobre las negociaciones.
En la carta, exigen la "salida conjunta de la UE del TCE" como la "única manera" para garantizar que las políticas climáticas no sean socavadas y que la legislación de la UE no sea eludida.
"La adicción a los combustibles fósiles tiene que acabar y para ello es crucial eliminar instrumentos como el Tratado de la Carta de la Energía", añaden.