MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
Cinco ONG ambientales han lanzado este jueves la campaña 'No seas buitre, déjame serlo a mi' con la que exigen la prohibición del diclofenaco para uso veterinario por sus efectos "devastadores" para buitres y otras aves necrófagas a las que afecta a través de la cadena trófica.
La campaña, lanzada por BirdLife Europe, SEO/BirdLife, SPEA, Vulture Conservation Foundation y WWF España, busca lograr la prohibición de este medicamento que está autorizado en España y en el conjunto de la Unión Europea, debido a que 16 de las 23 especies de buitres están en riesgo grave de extinción y porque hay alternativas a este medicamento veterinario en el mercado.
Además, las ONG destacan el papel "clave" de España en la conservación de estas especies, ya que acoge al 80 por ciento de los buitres negros y leonados de Europa. Por eso, exigen su prohibición en la UE, pero especialmente en España, Italia y Portugal, los otros países con grandes colonias del continente.
El diclofenaco es un fármaco antiinflamatorio que es inocuo para el ser humano y los mamíferos, pero que puede estar detrás de la muerte de miles de aves necrófagas si lo ingieren a través de la cadena trófica. Por ello, insisten en que su uso para tratamientos veterinarios carece de sentido, dado que existen alternativas igual de eficaces, con un coste similar y que son seguras para los buitres.
La campaña pide apoyos a ciudadanos y entidades a través de la página de Internet www.banvetdiclofenac.com para que se sumen a la campaña.
Las aves carroñeras se ven afectadas por el medicamento cuando se alimentan de cadáveres de animales previamente tratados. Las ONG advierten de su "efecto pernicioso y devastador" para los buitres recuerdan que en el subcontinente indio se demostró que la presencia del diclofenaco en tan solo el 1 por ciento de los cadáveres de vacas abandonadas en el campo llevó a la casi extinción -en un 99 por ciento-, a cinco especies de buitres: el indio, el dorsiblanco, el bengalí, el cabecirrojo y el picofino.
En la actualidad, su uso con fines veterinarios está prohibido en países como India, Nepal, Irán o Pakistán, lo cual ha permitido frenar el declive de las poblaciones de necrófagas en estos lugares.
El responsable de Gobernanza Ambiental en SEO/BirdLife, Juan Carlos Atienza, ha manifestado que situados en la cúspide de la cadena trófica, los buitres eliminan del medio la amenaza de enfermedades que surgen durante la putrefacción de los cadáveres.
"Son además grandes aliados de los ganaderos, no sólo por limpiar el campo, sino porque evitan el tratamiento e incineración de miles de toneladas de restos animales cada año. De esta manera, permiten ahorrar millones de euros en la gestión de residuos y se evitan la emisión de cientos de miles de toneladas de CO2 anuales, en beneficio de todos", ha valorado.
Así, ha precisado que la actividad necrófaga de los buitres evita el tratamiento e incineración de unas 8.000 toneladas de restos animales cada año solo en España.
Para el responsable del Programa de Biodiversidad de WWF España, Luis Suárez, prohibir el diclofenaco es "una cuestión de voluntad política, y espera que las fuerzas con representación parlamentaria se pongan del lado de lo razonable".