MADRID, (EUROPA PRESS)
ONG ambientales, como WWF y Amigos de la Tierra, han pedido "credibilidad climática" y respeto de los DDHH, entre otras demandas, ante el inicio de la Cumbre del Clima de Naciones Unidas (Conferencia de las Partes de la Convención de Cambio Climático, COP), que se celebra desde este jueves en Dubái.
En el caso de WWF, esta organización ha argumentado que la COP28 debe ser la cumbre de la "credibilidad climática" ya que, como argumenta, los acuerdos que se adopten deben corregir el rumbo para que la acción climática limite el calentamiento global a 1,5 C. Para ello, cree que se debe acordar el abandono de los combustibles fósiles (incluidos petróleo y gas) y sus subsidios, además de apostar por una transición energética "justa, eficiente y 100% renovable".
WWF augura que la eliminación progresiva de los combustibles fósiles será uno de los temas que genere más resistencias, pero defiende que debe estar en el centro de las acciones climáticas ya que la quema de combustibles fósiles y la industria son responsables de más del 75% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero provocadas por el ser humano, y de casi el 90% de todas las emisiones de dióxido de carbono.
"Si no se actúa con decisión para poner fin a la era de los combustibles fósiles, se condenará al mundo a sufrir impactos climáticos cada vez mayores. Acabar con la producción y el uso de combustibles fósiles y trabajar hacia una transición a energías 100% renovables es la solución que tendrá el mayor impacto sobre el cambio climático a gran escala", explica la responsable del programa de clima y energía de WWF España, Mar Asunción.
Además, señala que otra de las decisiones que se tomarán se centrará en el Balance Global (Global Stocktake) y su primera evaluación de los avances hacia la consecución de los objetivos climáticos del acuerdo aunque WWF no cree que arroje sorpresas al concluir que los esfuerzos mundiales realizados hasta la fecha son insuficientes.
Según el último informe sobre la Brecha de Emisiones 2023 del PNUMA, las actuales promesas de acción climática de los países sitúan al mundo en camino de un aumento de la temperatura de entre 2,5 C y 2,9 C este siglo por lo que es necesario un recorte mínimo del 42% de las emisiones para 2030 para alcanzar la trayectoria de 1,5 C establecida en el tratado climático de París.
En materia de financiación, afirma que la credibilidad de la COP28 depende de que los países desarrollados aumenten significativamente la financiación pública hasta superar los 100.000 millones de dólares anuales por lo que WWF considera necesario duplicar la financiación para la adaptación al cambio climático de aquí a 2025, en consonancia con las necesidades de los países en desarrollo.
"La COP28 debe ser la COP de la credibilidad climática, con todos los planes, compromisos y financiación alineados con la velocidad y la escala de acción necesarias para prevenir los peores impactos de la crisis climática. Todavía podemos evitar un futuro de catástrofes climáticas cada vez mayores, pero estamos muy lejos de conseguirlo y el tiempo se acaba", enfatiza Mar Asunción.
Desde Amigos de la Tierra, instan a las partes a la eliminación urgente de todos los combustibles fósiles según los principios de justicia y equidad, y reclaman a Estados Unidos y Europa, las regiones que más han contaminado históricamente, cumplir con la cuota de reducción de emisiones correspondiente y garantizar la financiación necesaria para avanzar hacia una transición energética limpia y justa en todo el Sur global.
En cuanto a la financiación a la adaptación, denuncia que los países del Norte llevan años sin cumplir su compromiso de una dotación anual de 100.000 millones de dólares, que consideran ha quedado obsoleta. A su juicio, este objetivo debe ser revisado de tal forma que permita la transmisión de tecnologías y conocimientos a los países no industrializados.
Para Amigos de la Tierra el objetivo del cero neto es un engaño que evita las acciones reales frente a la crisis climática, elude responsabilidades y perpetúa una situación de vulneración constante de los derechos de comunidades y pueblos especialmente del Sur Global. Ni los mercados de carbono, ni las compensaciones de CO2 pueden considerarse soluciones reales para mantener la temperatura global por debajo de los límites admisibles, precisan.
La organización también condena la criminalización a la que se está sometiendo al activismo climático en general. "Nos solidarizamos con todas las personas que están sufriendo la violación sistemática de derechos humanos en un contexto de crisis climática global, por ello no podemos mirar hacia otro lado y hablar simplemente de reducción de emisiones, cuando pueblos enteros están siendo debastados a través de la ocupación de sus tierras y el expolio de sus recursos como el Sahara, y además sometidos a crímenes de guerra como Palestina. Justicia climática es justicia internacional", argumenta la responsable de Justicia climática de Amigos de la Tierra en España, Cristina Alonso Saavedra.