MADRID, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
Una encuesta de opinión realizada a ciudadanos europeos revela que la mayoría está relativamente bien informada, pero que muchas personas creen que los escenarios que podrían ocurrir antes de 2100 ya han sucedido, lo que exige una mejora en la forma en que la ciencia del clima se comunica al público.
Los océanos son nuestra cuerda de salvamento y los pulmones de nuestro planeta producen el 70 por ciento del oxígeno que respiramos. Regulan nuestro clima y nos proveen de alimentos, medicinas nuevas y energía. Sin embargo, el océano --y por lo tanto el futuro de la humanidad-- está amenazado por el cambio climático. ¿Pero cuánto entiende realmente el público los impactos del cambio climático y qué se puede hacer para facilitar una mejor comunicación entre los científicos, los medios de comunicación, el gobierno, las ONG y el público?
Este sondeo de opinión de 10.000 ciudadanos publicado en 'Frontiers in Marine Science' analizó el compromiso público con los temas del cambio climático marino en diez países europeos.
Aunque la mayoría de la población europea está relativamente bien informada sobre las cuestiones relacionadas con el cambio climático, "un número sorprendente está pobremente informado e incluso mal informado, lo que revela un gran fracaso en la comunicación de la ciencia del cambio climático al público", explica el director del Centro de Investigación del Mar Rojo en Arabia Saudita, Carlos Duarte, coautor del documento.
El 54 por ciento de los ciudadanos europeos cree que los seres humanos desempeñan un papel parcial o ningún papel en el cambio climático. Muchos de los que pensaban que estaban bien informados sobre los impactos del cambio climático en el océano creen que los escenarios que podrían ocurrir para el año 2100 si no reducimos las emisiones de gases de efecto invernadero ya se han producido, por ejemplo, la pérdida del hielo marino del Ártico en el verano (26 por ciento de los encuestados) y el aumento de la temperatura del mar de más de 2 ° C (30 por ciento de los entrevistados).
POCA CONCIENCIACIÓN SOBRE LA ACIDIFICACIÓN OCEÁNICA
"Esto es enormemente inquietante porque si estos cambios ya han ocurrido en sus mentes, ¿qué incentivo tienen estos ciudadanos para exigir acciones para prevenir tales cambios?", alerta Duarte.
El público europeo percibe la contaminación oceánica como el impacto humano más grave en el océano, sin embargo, no están bien informados sobre la acidificación de los océanos causada por las emisiones de dióxido de carbono.
El derretimiento del hielo marino, las inundaciones costeras, el aumento del nivel del mar y los fenómenos meteorológicos extremos también fueron motivo de preocupación. Curiosamente, los países que ya se han enfrentado a problemas, como los holandeses con el aumento del nivel del mar y los noruegos con pérdida de hielo marino, son los menos preocupados por los impactos del cambio climático.
Los ciudadanos declararon muy poca confianza en las instituciones gubernamentales y sus científicos y tienen la mayor confianza en los científicos empleados por las universidades.
El autor principal Paul Buckley, del Centro de Ciencias del Medio Ambiente, Pesca y Acuicultura (Cefas), en Reino Unido, explica que el estudio demuestra que no todo el mundo se involucra en cuestiones relacionadas con los impactos del cambio climático en la costa y los mares de la misma manera.
"Y los niveles de preocupación son generalmente más altos para las personas que viven más cerca del mar, las mujeres, los europeos del sur y aumenta con la edad. Tenemos que adaptar nuestro mensaje dadas las diferencias en la forma en que las audiencias en Europa se relacionan con estos temas. La vida cotidiana relevante es ciertamente un desafío", señala.
"Estamos en un momento en que las decisiones tomadas tendrán consecuencias irreversibles y este nivel de desinformación es una enorme vulnerabilidad para la sociedad en general y para las generaciones futuras --afirma Duarte--. La encuesta exige un gran cambio en la forma en que comunicamos el cambio climático con mucho menos énfasis en qué cambios pueden ocurrir en el futuro, ya que pueden ser mal interpretados por el público, y necesitamos una mayor participación de los científicos universitarios".