MADRID, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
La población de gorrión común ha sufrido en España un "declive alarmante" del 21 por ciento entre 2008 a 2018, lo que en números se traduce en una pérdida de 30 millones de gorriones menos en la última década, según datos del Programa de Seguimiento de Aves Comunes en Primavera (Sacre).
Con motivo de la celebración este miércoles del Día Mundial del Gorrión, la coordinadora de la campaña Aves de Barrio de SEO/BirdLife, Beatriz Sánchez, ha alertado de que el declive es "alarmante" porque si la tendencia no cambia podría haber "muy pronto" ciudades sin gorriones, pero también "resulta inquietante" porque es "posible" que los factores causantes del declive puedan afectar también al resto de habitantes de las zonas urbanas.
El preocupante dato se ha dado a conocer durante la presentación de la campaña 'Aves de Barrio' de SEO/BirdLife, que busca asegurar la naturaleza y la calidad de vida de las ciudades.
Con el lema 'Las ciudades se quedan poco a poco sin sus vecinos de toda la vida', la ONG avisa de que las Aves de Barrio pueden contribuir a mejorar la biodiversidad y la calidad de vida de las ciudades.
La campaña denuncia la "preocupante situación" del gorrión común, que es un potencial "indicador" de cambios en los núcleos urbanos que podrían estar afectando también al resto de sus habitantes, incluidos los seres humanos.
SEO/BirdLife ha anunciado que impulsará el seguimiento de las poblaciones de gorrión común y que estudiará las causas de su declive, así como sus posibles consecuencias para la calidad de vida del resto de habitantes de las ciudades.
Para la conservación de las aves de barrio, la ONG prevé impulsar e implantar medidas para ayudar al gorrión común y otras especies que conforman la biodiversidad urbana, como la incorporación de criterios para favorecerla en el mantenimiento de zonas verdes o en el diseño y rehabilitación de edificios con las que espera contribuir a la mejora de la calidad de vida en las ciudades.
Además, ha anunciado que en materia de comunicación presentarán la campaña y estrenarán un anuncio publicitario entre otras acciones. En un acto celebrado este martes en Madrid para celebrar el Día Mundial del Gorrión el periodista Toño Fraguas, la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz y Jannick Forquignon, miembro de la Junta Directiva de la sección infantil y juvenil de SEO/BirdLife, han desgranado los principales aspectos de la campaña.
Ruiz ha celebrado que la naturaleza da "gratis" muchas de las cosas necesarias para sobrevivir. "En un mundo en el que cada vez más personas vivimos en ciudades, queremos que estas sean más verdes, más biodiversas, que sean más amables y saludables para todos sus habitantes --ha asegurado--. Tenemos un reto pendiente. Como sociedad, tenemos la responsabilidad de cuidar nuestro patrimonio natural también en los núcleos urbanos".
SEO/BirdLife advierte de que "ningún" ave silvestre pasa tanto tiempo entre los humanos como el gorrión común. Se trata de una especie vinculada al ser humano que ha evolucionado y se ha adaptado a los distintos cambios en los asentamientos humanos, por lo que en la actualidad es casi imposible encontrar gorriones en lugares alejados de núcleos habitados por el hombre.
LONDRES O BRUSELAS, SIN GORRIONES
Desde las últimas décadas del siglo XX, la especie ha visto disminuir sus ejemplares año tras año, especialmente en las principales capitales europeas, como Berlín, París y Praga, donde las poblaciones han disminuido "de forma drástica" y en otras como Londres, Bruselas, Amberes, Gante o Hamburgo los gorriones prácticamente han desaparecido.
La ONG subraya la importancia de la naturaleza para el futuro de las ciudades, precisamente donde se produce el 70 por ciento de las emisiones mundiales de dióxido de carbono.
En la actualidad, el 20 por ciento de las especies de aves en el mundo y el 5 por ciento de las plantas vasculares habitan en las ciudades y algunas de estas están amenazadas, por lo que SEO/BirdLife asegura que es "imprescindible" devolver la naturaleza y conservar la biodiversidad en las ciudades.
Así, defiende que los espacios verdes urbanos ayudan a amortiguar el efecto isla de calor, purifican el aire y contribuyen a fijar el CO2 y existen numerosas evidencias científicas de los beneficios para el bienestar, la salud e incluso el rendimiento escolar de vivir cerca de espacios verdes y de poder observar pájaros, arbustos y árboles alrededor de las casas.
En definitiva, sostiene que devolver la naturaleza a las ciudades contribuye a mejorar su sostenibilidad (ODS 11), a amortiguar los efectos del cambio climático (ODS 13), a mejorar la salud y en bienestar de la población (ODS 3) y también a la conservación de la biodiversidad a escala global (ODS 15).