MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un robot acuático de Greenpeace ha logrado captar las primeras imágenes vistas de un coral único escondido en el Amazonas y que fue descubierto por investigadores hace unos meses, pero la ONG advierte de que su supervivencia está amenazada por las unas prospecciones de petróleo.
Según los investigadores, se trata del primer descubrimiento de un coral que puede vivir en agua salobre. El arrecife fue descubierto hace meses y ahora Greenpeace se ha desplazado a la zona con su barco Esperanza para fotografiar el coral y recopilar datos. El primer avistamiento del arrecife se realizó a una profundidad de 220 metros y a 100 kilómetros de la costa brasileña.
El arrecife es un sistema de 9.500 kilómetros cuadrados de corales, esponjas y rodolitos localizado en el punto donde confluye el río Amazonas con el océano Atlántico, una zona que el Gobierno brasileño ha abierto para la exploración petrolífera. El nuevo bioma se extiende desde la Guayana Francesa hasta el estado brasileño de Maranhao, lo que supone una zona mayor en extensión que la ciudades de Sao Paulo (Brasil) o Londres (Reino Unido).
Pese a la excepcionalidad del hallazgo, la ONG advierte de que el arrecife está bajo amenaza porque las empresas Total y BP han pedido permiso al Gobierno de Brasil para empezar a perforar la zona.
El investigador de la Universidad Federal de Pará (Brasil) Nils Asp ha subrayado que el arrecife es "importante" porque se trata de un sistema "único" en cuanto al uso y la disponibilidad de luz y a las condiciones fisicoquímicas del agua. Además, ha destacado su "gran potencial" para albergar nuevas especies y también es importante para la economía de las comunidades pesqueras locales.
Por ello, ha añadido que el equipo de investigadores quiere tener un mayor conocimiento de cómo funcional el arrecife para resolver "importantes incógnitas" como su mecanismo fotosintético con luz limitada. "Esperamos aumentar la superficie mapeada del arrecife. Hasta ahora solo se conoce el 5%", ha deseado.
Sin embargo, los planes de Total y BP incluyen explorar la zona en busca de petróleo ya que estiman que las reservas son de unos 15.000 a 20.000 millones de barriles.
La responsable de Océanos de Greenpeace, Elvira Jiménez, ha reclamado la defensa del arrecife y toda la región de la boca de la cuenca del Amazonas "de la avaricia de las empresas que anteponen los beneficios económicos al medio ambiente y a las personas".
"Una de las zonas que podría explorar la petrolera Total se encuentra a tan solo 8 kilómetros del arrecife, y el proceso de autorización ambiental ya se ha iniciado", ha advertido Jiménez que insta al Gobierno de Brasil, que ya ha ratificado el Acuerdo de París, a mostrar que su lucha contra el cambio climático es firme y le pide que deje los combustibles fósiles de esta zona bajo el lecho marino.
La boca del Amazonas es el hábitat del manatí del Caribe, la tortuga terecay y la nutria gigante, una especie en peligro según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). También es el hogar de poblaciones pesqueras locales y de 80 comunidades indígenas Quilombola que dependen de los recursos de esta zona para su actividad económica.