MADRID, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las organizaciones ecologista Greenpeace y Proyecto Equo han mostrado su rechazado al acuerdo que están planteando el Gobierno y los sindicatos CC.OO. y UGT, en el marco de las negociaciones sobre el retraso de la edad de jubilación, en el que se admite alargar la vida de las centrales nucleares.
Así, Greenpeace ha señalado que en un asunto de este calibre se debe contar con todas las partes implicadas y ha rechazado la negociación "a puerta cerrada" sobre el modelo energético, demandando formar parte de las negociaciones sobre el modelo energético.
Además, la directora ejecutiva de la organización, Miren Gutiérrez, se ha preguntado "cómo piensa Zapatero crear ese millón de empleos verdes que anunció en la Cumbre del G20 en Seúl si decide apoyar la energía nuclear y el carbón, y mientras tanto destruir el sector de las energías renovables". A su juicio, éstas son las únicas que pueden garantizar la creación de decenas de miles de empleos sostenibles.
Del mismo modo, el responsable de la campaña de Energía de Greenpeace, Carlos Bravo, se ha mostrado "sorprendido" de que "CC.OO., que en sus congresos ha acordado apostar por el abandono de la energía nuclear, ahora plantee todo lo contrario, aceptando alargar la vida de unas centrales nucleares viejas, peligrosas y totalmente amortizadas".
Greenpeace ha pedido a los sindicatos que reflexionen "seriamente sobre las negativas consecuencias para el empleo verde y el medio ambiente que tendría apostar por energías sucias y peligrosas y marginalizar a las energías renovables".
Por su parte, el promotor de Equo, Juan López de Uralde, ha afirmado que "ante la crisis económica no todo vale" y ha señalado que "hay que buscar soluciones de verdad, no parches que no tienen en cuenta aspectos básicos como la salud y la seguridad de la gente"
En este sentido, Equo ha recordado que las nucleares plantean "muchos problemas sin solución" como pueden ser los residuos radioactivos, la seguridad o la dependencia exterior.
Ante esta situación, para Equo "pretender alargar la vida de las nucleares es exponer a los ciudadanos a un inaceptable riesgo de accidente nuclear". Al respecto, López Uralde ha recordado que existen "alternativas renovables y limpias que podrían aportar el cien por cien de la demanda eléctrica peninsular y generar más empleo".