MADRID, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Federación Española de Comunidades de Regantes (FENACORE) ha advertido de que la nueva planificación hidrológica, aprobada recientemente por el Gobierno para el periodo 2022-2027 puede provocar un encarecimiento del precio de los alimentos, dada la falta de garantía de riego durante los próximos años amenaza, que "seriamente" la producción.
En este contexto, los regantes recuerdan que después de inversiones de 5.000 millones para modernización de regadíos para producir más alimentos usando menos agua y energía, la renta agraria se redujo un 5,5 por ciento en 2022.
Así, el presidente de Fenacore, Andrés del Campo, ha denunciado que los planes hidrológicos no garantizan el agua para regar, lo que supone una "seria amenaza" para la producción de alimentos.
Durante su participación en la jornada 'Soluciones de eficiencia hídrica y eléctrica para comunidades de regantes' Del Campo ha lamentado que la nueva planificación hidrológica incremente de nuevo los caudales ecológicos, que han reducido un 16 por ciento de media la disponibilidad del agua España y que esto se deba no a criterios técnicos adecuados, sino "más bien a políticos".
Además, la organización alerta también de que la nueva planificación elimina gran cantidad de obras en infraestructuras que estaban previstas en los anteriores Planes Hidrológicos, unas actuaciones muy necesarias, asimismo, para mitigar los efectos más adversos del cambio climático, entre los que destacarían las inundaciones y sequías.
Fenacore recuerda que el regadío supone cerca del 15 por ciento de la superficie agraria útil en España y aglutina casi el 60 por ciento de la producción final agrícola nacional (y 67% de la producción final vegetal). Además, produce hasta seis veces más que el secano y una hectárea de regadío intensivo puede producir el equivalente a 40 hectáreas de secano.
Por ello, destaca que según los últimos datos del INE, el sector utiliza cada vez menos agua que cifran su uso por el sector agrícola en 15.500 hectómetros cúbicos. Por el contrario, la evolución de los precios de la energía, que se ha multiplicado en la última campaña respecto a 2021 y las subidas de los inputs están afectando de manera muy importante al sector.
En la jornada se analizaron además otros temas como la evolución del papel del agua y la energía en el regadío, la nueva planificación hidrológica, los incentivos para incrementar la eficiencia o la subida del precio de la luz y otros imputs y las estrategias para minimizarlos.
En este contexto, Fenacore recuerda de que los 1.000 millones de euros destinados al Ministerio de Agricultura de los fondos Next Generation, 563 millones fueron asignados para modernizar regadíos con las últimas tecnologías tanto en uso del agua (infraestructura), como de energía (renovable), de gestión (big data, inteligencia artificial, telecontrol y telemedida, kit digital), de manera que las actuaciones podrían alcanzar las 100.000 hectáreas.
A juicio de la entidad considera urgente abaratar los costes a los regantes sobre todo cuando cuando la factura eléctrica ha subido más de un 600%; los fertilizantes, un 62%; y los productos fitosanitarios, un 20%. Estos costes han derivado en un descenso de la renta agraria del 5,5% según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.