MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los taludes de las carreteras tardan más de 20 años en recuperar la vegetación y asimilarse al ecosistema original, según un estudio de más de dos décadas de la Asociación Española de Ecología Terrestre (AEET), que recomienda un conjunto de medidas para acelerar la recuperación.
Precisamente, los expertos han destacado que mantener en buen estado los taludes, unos "ecosistemas degradados", podría mejorar la seguridad vial de las carreteras y reducir los costes de mantenimiento. Sin embargo, los investigadores apuntan que después de 20 años de recuperación las especies vegetales que habitan estos taludes todavía difieren bastante de las especies originales, es decir, que su composición no se ha recuperado.
En concreto, han detallado en la investigación, que se publica en la revista 'Ecosistemas' de la Asociación Española de Ecología Terrestre, que algunos de los atributos de los taludes se recuperan entre los 7 y diez años, pero después, entran en una fase de estancamiento y, una vez pasados esos 20 años, los taludes "siguen siendo muy diferentes a los de los ecosistemas intactos".
El autor de referencia del estudio, Santiago Soliveres, no duda de que cuanto más tiempo pase más se recupera el ecosistema, pero añade que el tiempo no es la única condición, sino que hace falta un manejo adecuado y un seguimiento por fases que ayude a alcanzar valores óptimos de recuperación.
El trabajo ha sido realizado por profesionales en Ecología y Biología de la Universidad de Alicante y la Rey Juan Carlos, señalan que "cuanto mejor conservados estén los taludes", mayor será la belleza estética de este paisaje, mayor su habilidad para capturar co2 y otros contaminantes emitidos por nuestros vehículos, y mayor la seguridad vial.
Los resultados apuntan que los taludes recuperan la mitad de los atributos iniciales en los diez primeros años, por ejemplo el número de especies vegetales presentes, cobertura y algunos nutrientes del suelo, cómo el fósforo o la relación carbono-nitrógeno, pero pasado ese tiempo entran en una fase de estancamiento.
Si bien, aseguran que una vez pasados los 20 años otros aspectos no mejoran con la edad del talud, como son el contenido de carbono en el suelo y, sobre todo, la identidad de las especies de plantas que colonizan estos ecosistemas, dos atributos particularmente relevantes a la hora de definir cómo de rápido el ecosistema puede alcanzar valores óptimos de recuperación.
Por último, las conclusiones indican que los taludes se han recuperado en cuanto al número de especies vegetales pero que éstas se parecen poco a las que habitan en ecosistemas de la zona que no han sido perturbados, una condición que es necesaria para su recuperación plena y que no se cumple pasado este tiempo.
En definitiva, añade que taludes con una composición de plantas adecuada, evitan la erosión del suelo y el riesgo de accidentes por el desprendimiento de plantas secas que se arrastran por la carretera, el riesgo de incendios y reducen gastos de mantenimiento.
"Visto que 20 años no es tiempo suficiente para la recuperación total de estos taludes, es necesario mejorar los protocolos de seguimiento de estas restauraciones", concluye el autor que recomienda plantar especies leñosas a partir de los 10 años para acelerar la evolución del ecosistema hacia su recuperación.
Los expertos explican la manera más eficaz sería hacer la obra por fases, de forma que la restauración ocurra de forma secuencial y que los suelos que se guarden se utilicen casi al mismo tiempo que se acaba la obra para evitar que pierda sus propiedades.