MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
La central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) ha realizado este jueves su ejercicio de simulacro anual en el que ha simulado un terremoto que ha afectado a la planta, que se ha quedado sin suministro eléctrico externo ni suministro interno de emergencia.
El simulacro es preceptivo, según los requerimientos que establece el Plan de Emergencia Interior. En el ejercicio han participado la Organización de Respuesta ante Emergencias del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y del Centro de Coordinación Operativa (CECOP) de la Subdelegación del Gobierno en Burgos.
El CSN ha seguido el estado de la planta y las actuaciones del titular para recuperar las condiciones de seguridad y se ha mantenido en contacto con la Subdelegación del Gobierno en Burgos para recomendar las correspondientes medidas de protección radiológica.
El simulacro ha comenzado a las 9.00 horas, cuando el titular ha declarado el estado de alerta de emergencia que se ha producido a consecuencia de un terremoto que ha afectado tanto al suministro eléctrico exterior como al interior de emergencia.
El seísmo ha provocado daños en cinco elementos combustibles que estaban almacenados en la piscina, una fuga en la piscina que ha provocado un descenso del nivel de agua y un aumento de los valores de radiactividad en el interior de la instalación.
Sin embargo, las dosis en el exterior de la zona bajo control del titular de la central han estado "en todo momento" por debajo de los límites establecidos.
Igualmente, se ha simulado que dos trabajadores han resultado heridos y contaminados externamente cuando estaban llevando a cabo labores de recuperación de la planta por lo que han sido atendidos y descontaminados en los servicios médicos del emplazamiento.
Por su parte, el CSN ha recomendado al CECOP de la Subdelegación del Gobierno que estableciese el control de los accesos en el exterior de la central nuclear Santa María de Garoña y la activación del Plan de Emergencia Nuclear de Burgos (PENBU).
Asimismo, el CSN ha simulado la activación de sus apoyos externos y ha activado a todos los grupos operativos del retén de su Organización de Respuesta ante Emergencias (ORE).
De haberse producido en la realidad, un suceso de estas características habría sido clasificado con nivel 2 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES), lo que significa incidente.