BRUSELAS, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea ha dado este miércoles el primer paso para rebajar el estatus de protección del lobo en su territorio después de que los Estados miembro hayan apoyado la propuesta de la Comisión para relajar las normas de gestión de esta especie en base al Convenio de Berna.
Una mayoría de 21 países ha respaldado la propuesta a nivel de embajadores, aunque los ministros deben todavía dar su visto bueno, previsiblemente en su reunión de este jueves. Por su lado, se han posicionado en contra de la modificación España e Irlanda, mientras que Bélgica, Chipre, Eslovenia y Malta han optado por la abstención, según han confirmado fuentes diplomáticas a Europa Press.
Uno de los países con más peso a la hora de inclinar la balanza hacia la rebaja de la protección del lobo ha sido Alemania, que defiende la "coexistencia de los lobos y el ganado".
La modificación supone pasar de la categoría de "protección estricta" a la de simple "protección" dentro del Convenio de Berna del Consejo de Europa, un paso previo para que Bruselas pueda plantear después una revisión de las reglas comunitarias que afectan a la gestión de esta especie. Un total de 50 miembros (incluidos los 27 países de la UE) suscriben este convenio europeo establecido en 1979.
El apoyo de los Veintisiete era un paso necesario para elevar ante el convenio del Consejo de Europa la petición de relajar la protección del lobo, que la Comisión debe presentar al menos 60 días antes de la reunión del Comité Permanente, prevista para la semana del 2 de diciembre, por lo que debería remitir la enmienda antes del viernes 27 de septiembre.
Bruselas presentó su propuesta el 20 de diciembre de 2023 con el objetivo de poder "flexibilizar" las normas de gestión de esta especie frente al aumento de ataques a ganado y conflicto con comunidades locales en distintos puntos de Europa.
La propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció ya en noviembre de 2022 su intención de encargar a los servicios comunitarios un "análisis en profundidad" sobre el impacto de la recuperación del lobo en los campos de la UE. La toma de posición de la política alemana se produjo poco después de que, según relató más tarde la prensa de su país, un lobo matara un poni de su propiedad.