MADRID, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
El 40% de los menores españoles que están expuestos a la publicidad de comida rápida la toman más de dos días a la semana, según el informe 'Publicidad, alimentación y derechos de la infancia en España', elaborado por la Gasol Foundation en colaboración con el Ministerio de Consumo.
El estudio analiza cómo influye la publicidad de comida y bebida no saludable en los hábitos de consumo de la población infantil y adolescente. Además, investiga la relación existente entre las pautas de alimentación de la infancia y la adolescencia, el uso que hacen los menores de las pantallas y el nivel socioeconómico de las familias.
Las fuentes de datos del informe han sido el Barómetro de Opinión de la Infancia y la Adolescencia 2020-2021 de UNICEF España, en el que participaron 8.648 chicos de entre 11 y 18 años pertenecientes a 109 centros educativos españoles; y el estudio PASOS 2 edición 2022-2023, correspondiente a una muestra de 3.058 alumnos de 234 centros de Primaria y Secundaria.
Entre las conclusiones de la investigación, destaca que estar expuesto a la publicidad de tres o más productos no saludables "supone un consumo más frecuente de refrescos, bollería y pastelería industrial, aperitivos salados, golosinas y bebidas energéticas".
En concreto, evidencia que el porcentaje de menores que están expuestos a la publicidad de comida rápida y que la consumen más de dos días a la semana es un 13,3% mayor respecto a los que no.
El estudio revela que el porcentaje de población infantojuvenil que consume aperitivos salados más de dos días a la semana es también un 17,3% superior entre quienes han estado expuestos a su publicidad. En la misma línea, la cifra de menores que ha tomado bebidas energéticas tras haberlas visto publicitadas es un 19% mayor.
"Los datos y la evidencia científica nos muestran que estamos ante un severo problema de salud pública. Los factores son múltiples y complejos, pero la realidad es que el bombardeo de publicidad de comida basura y ultraprocesada que reciben nuestros menores en España está fuera de control", ha señalado el ministro de Consumo, Alberto Garzón.
Ante ello, Garzón ha reiterado "la necesidad de proteger a la población más vulnerable" y "mejorar la salud de la sociedad en la próxima generación" con medidas que contribuyan a regular y reducir el impacto del marketing convencional y digital de alimentos con alto contenido en grasas, sal o azúcar procedente de productos no saludables.
Principalmente, según ha argumentado el ministro de Consumo, porque es "paradójico" que España sea el "país estrella de la dieta mediterránea" y, al mismo tiempo, el que registra "el menor consumo de verdura fresca diaria y semanal en niños de entre 6 y 9 años de todo el continente europeo y el quinto con menor consumo de fruta".