MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS) -
Activistas climáticos de varias organizaciones, entre ellas Greenpeace, Extinction Rebelion o Futuro Vegetal han irrumpido este miércoles en la entrega de los XXXIII Premios Enerclub para reclamar a ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, y a los representantes de las empresas eléctricas, un cambio en el sistema energético que esté al servicio de las personas y no de las empresas.
Durante la celebración del acto celebrado en el Hotel Intercontinental y cuando intervenía la vicepresidenta tercera, los activistas desplegaron un cartel en el que se podía leer: "Teresa, ¿de qué lado estás? Esta gente nos roba".
"Así no hay quien viva", manifestaban los activistas que han presentado un manifiesto y que además han convocado una manifestación en las inmediaciones del Ministerio de Transición Ecológica a la que han acudido más de 60 personas.
Al acto asisten los principales directivos de las empresas energéticas españolas y los activistas querían que les llegara "alto y claro" su mensaje de que en este contexto de grave crisis climática y desigualdad socioeconómica es "urgente sustituir el actual sistema energético, responsable del 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero" en España y que están "en manos de unos pocos que acumulan poder y dinero"
En concreto, reclaman un nuevo sistema energético "democrático, descentralizado, justo, libre de combustibles fósiles y que sitúe el bienestar de la población y el planeta en el centro".
En su acción de protesta han utilizado herramientas sonoras para hacer ruido dentro del recinto e interrumpir el acto así como caretas, billetes de papel, humo y olores desagradables.
Antes del inicio de la celebración, unas 60 personas que apoyan a estos movimientos climáticos han participado una manifestación no comunicada desde las inmediaciones del Ministerio de Transición Ecológica hasta las inmediaciones del hotel en el que se celebran los premios, para mostrar la unidad e interseccionalidad de la lucha y reclamar su derecho a la protesta y libre asociación.
En su reivindicación llevaban pancartas con lemas como "Los ricos siempre ganan, la clase obrera paga" o "Parar el fin del mundo, llegar a fin de mes".
Para los activistas combatir la crisis climática y llegar a fin de mes son la misma lucha porque consideran que el aumento de las desigualdades está directamente relacionado con el modelo económico actual, que lleva décadas declarándole la guerra a la vida y al planeta, que ya muestra las consecuencias de sobrepasar sus límites biofísicos.
Por ello, exigen reducir la demanda energética y aumentar la eficiencia, el ahorro y las soluciones inteligentes que aseguren una transición justa que garantice el acceso a energía renovable y asequible para todo el mundo.