MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
La madre general de las Agustinas Misioneras, Piedad Pacho, ha destacado la "valentía y compromiso" de las misioneras españolas Esther Paniagua y Caridad Álvarez, dos hermanas de la congregación que fueron asesinadas en un atentado en 1994 en Argelia cuando se dirigían a misa, y que serán beatificadas el próximo sábado 8 de diciembre.
"La beatificación es un gozo, una alegría y un reconocimiento de la fortaleza, del valor, de la valentía de estas misioneras que a pesar de que sabían el riesgo que existía, se quedaron", ha indicado Piedad Pacho este lunes 3 de diciembre durante una rueda de prensa en la sede de la congregación de las Agustinas Misioneras en Madrid.
Pacho ha puesto de relieve que estas religiosas prefirieron "sacrificar su vida" a "ser infieles a sus propias convicciones y compromisos". Además, ha añadido que actualmente también tienen agustinas misioneras amenazadas entre guerrilleros y paramilitares. Todas ellas, ha asegurado, "reavivan" en las hermanas el "espíritu misionero".
Según ha recordado la provincial de la Provincia de San Agustín, y testigo del martirio de ambas hermanas, María Jesús Rodríguez, cuando se produjo el atentado, Argelia estaba inmersa en una "crisis de violencia".
Después de que se produjera el asesinato de algún religioso, el embajador de España en el país recomendó a las agustinas misioneras salir de Argelia. Si bien, tras una reflexión, decidieron seguir adelante con su labor en hospitales, guarderías y centros de promoción de la mujer.
La provincial ha retrocedido al día de la muerte de Caridad Álvarez y Esther Paniagua. Era 23 de octubre de 1994 y las hermanas se dirigían en grupos de dos a celebrar misa con otras religiosas. Caridad y Esther habían salido diez minutos antes que María Jesús, que salió acompañada de otra hermana de la congregación. "Salieron de la casa riendo, bromeando, estaban felices", ha recordado. Entonces, cuando apenas estaban a una calle de distancia de ellas, escucharon dos disparos.
EL EMBAJADOR DESTACA EL "MÉRITO" DE LAS RELIGIOSAS
Precisamente, el que era embajador de España en Argelia en aquellos años (1994-1997), Javier Jiménez Ugarte, ha atribuido el "mérito" de que el consulado español permaneciera abierto en Argelia en aquella época a las agustinas misioneras y al resto de religiosos españoles que decidieron quedarse.
"Pienso que si hubiesen decidido marcharse, yo hubiese recomendado cerrar el consulado, como Francia; y si no se fueron, si se quedaba un grupo de españoles tan emblemáticos, no podíamos retirarnos los civiles que trabajábamos allí", ha apostillado.
La Santa Sede ha reconocido el martirio de estas dos religiosas y las declarará beatas --junto al que era obispo de Oran, monseñor Pierre Claverie, y otros 16 religiosos y religiosas franceses-- en una celebración que tendrá lugar en Oran (Argelia) el próximo sábado 8 de diciembre. La celebración será presidida por el arzobispo Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las causas de los santos, en nombre del Papa. Concelebrarán los obispos de las diócesis de Argelia y los eméritos.
Por parte de la congregación, acudirán a la ceremonia la superiora general, la vicaria general, las cinco superioras provinciales, la exgeneral que compartió con ellas el discernimiento tras el cual decidieron permanecer en Argelia, y dos delegadas regionales. También asistirán algunos familiares de las mártires, las religiosas del país, así como amigos cristianos y musulmanes.
Además, el próximo 15 de diciembre, tendrá lugar en la Catedral de León una misa de acción de gracias en la que participarán más de 160 hermanas de la congregación, procedentes de España, Brasil, Colombia, China, Filipinas, Roma, Argentina, Mozambique, Tanzania e India. Las 500 Agustinas Misioneras están presentes en 16 países de cuatro continentes repartidas en unas 75 comunidades.
Asimismo, el 12 de enero de 2019, se celebrará otra eucaristía de acción de gracias, presidida por el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, en la Basílica de Nuestra Señora de la Concepción de Goya, en Madrid, en la que estarán presentes los restos mortales de las beatas. A partir de entonces, serán venerados en una capilla de la congregación en Madrid.