Amnistía dice que Lleida vulnera derechos de quienes quieren llevarlo

Actualizado: sábado, 29 mayo 2010 1:35

MADRID, 28 May. (EUROPA PRESS) -

El director de la sección española de Amnistía Internacional, Esteban Beltrán, considera que la ordenanza municipal aprobada en Lleida que prohíbe a las mujeres llevar 'burka' o 'niqab' "vulnera el derecho internacional" y el "derecho a la libertad de expresión y religión de las mujeres que opten por escoger estos velos para expresar su identidad y creencias".

En declaraciones a Europa Press, Beltrán aseguró que la prohibición "puede ser contraproducente para la mujer y sus derechos, ya que siendo una medida concebida para proteger a las mujeres frente al hostigamiento y la opresión, puede tener como resultado es un confinamiento de estas mujeres en sus casas, porque no las dejen ir a donde sea sólo por cómo se visten".

Además, señaló que una ordenanza municipal no tiene potestad para restringir la "libertad de expresión" poniendo "restricciones" que según el ordenamiento jurídico internacional, sólo "podrían ser aceptables si fuesen prescritas por ley". "Tampoco aborda un fin legítimo concreto permitido por el derecho internacional y tampoco es una medida proporcionada y necesaria sino todo lo contrario", apostilló.

En su opinión, esta prohibición "podría ser legítima" si afectase al caso concreto de una mujer de quien se conociera una situación de coacción para llevar un velo integral, pero es contraria al ordenamiento jurídico internacional al ser de aplicación para todo el colectivo ya que "da por sentado que todas" las que utilizan 'burka' y 'niqab' "están siendo obligadas".

"Si el Ayuntamiento de Lleida cree que una mujer musulmana sufre coacción en su casa para llevarlo, lo que tiene que hacer es mandar allí a los trabajadores sociales, pero no dar por sentado que todas sufren esa coacción", declaró el director de AI España, para incidir en que se trata de una "forma de expresión religiosa" comparable al crucifijo que lucen muchas mujeres cristianas.

Por ello, concluye que "es un error obligar a las mujeres a usarlo y es un error prohibirle que lo usen, porque da por sentado que todas están obligadas cuando no tiene por qué ser así".