MADRID, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
El actor español Andreas Muñoz, que interpreta al fundador de la Compañía de Jesús en la película 'Ignacio de Loyola', que se estrenará en los cines españoles el próximo 15 de junio, ha asegurado que lo más difícil de este personaje fue la conversión, es decir, la transformación de Íñigo, un soldado navarro, al Ignacio que después sería el fundador de los Jesuitas, pues se puede caer en la sobreactuación o "no llegar".
"Hay una escena en la cueva y el acantilado, cuando hay que mostrar la verdad; hay una delgada línea que puede hacer que quede sobreactuado o que no llegues", señala en declaraciones a Europa Press, con motivo del reciente preestreno de la película en Madrid y de su premio en el Festival Madrimaná del Arzobispado de Madrid.
Muñoz explica que de Ignacio ha aprendido, sobre todo, a "escuchar y observar" en esta sociedad actual en la que "todo va rápido". "Lo importante que es el silencio y la paciencia en esta sociedad de hoy en día donde muchas veces no tenemos la oportunidad de pararnos y escuchar porque todo va bastante rápido, sobre todo, con el tema de las redes sociales", subraya.
El actor madrileño reconoce que conocía el nombre de Ignacio de Loyola pero no su figura en profundidad y le ha sorprendido que es "un personaje de una relevancia histórica brutal". Precisamente, ha recordado que el Papa Francisco es jesuita.
Muñoz explica que cuando le llegó la oportunidad de este personaje se preparó estudiando su biografía, acudiendo a diferentes museos y colegios y analizando algunas de sus esculturas. Además, destaca la ayuda del director, el filipino Paolo Dy, a la hora de construir ese personaje que primero es "soldado" y después "peregrino".
"Con la ayuda de Paolo Dy pude construir este personaje que en principio es un soldado, la parte de fuego, que es como la llamábamos, y luego el peregrino que es la parte de agua, y llegábamos al final a esa balanza entre el fuego y el agua", precisa.
En cuanto al carácter religioso de la película, Muñoz recuerda que sobre todo cuenta la historia de un hombre que murió sin saber que llegaría a ser declarado santo, en 1622. "Era un ser humano que erraría en ciertos momentos pero que luego dio su vida por los demás", destaca.
La película se rodó principalmente en España, en escenarios como Azpeitia (Guipúzcoa), San Sebastián, Sos del Rey Católico (Zaragoza) o Los Pirineos, y otra pequeña parte, en Filipinas, donde se estrenó en julio de 2016. Si bien, antes, se preestrenó en el Vaticano y aunque no se encontraba presente el Papa Francisco, el actor asegura que la ha visto.
La película está producida por la Jesuit Communications Foundation (JesCom), de la Provincia Filipina de la Compañía de Jesús.
El 4 de marzo de 2017 tuvo lugar el preestreno en Madrid y Andreas Muñoz recibió de manos del arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro, el premio al mejor actor protagonista del Festival de Cine Madrimaná, una muestra internacional de cine impulsada por la Delegación de Cultura del Arzobispado de Madrid. Al preestreno asistieron entre otras personalidades, Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa.