El presidente de los obispos acusa al Estado de "agravar" con sus leyes la "quiebra demográfica"
MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha criticado las prácticas políticas de partidos "autodenominados progresistas" y de "partidos que se resisten a ser denominados conservadores" y que, "aun con la boca pequeña algunos, dicen defender vida y familia".
"Se produce un círculo vicioso con aparentes perplejidades políticas: los partidos autodenominados progresistas, críticos del sistema económico dominante, promueven y defienden antropologías radicalmente insolidarias en el campo de la vida, los afectos y el 'empoderamiento' de identidades parciales; mientras los partidos que se resisten a ser denominados conservadores y que, aun con la boca pequeña algunos, dicen defender vida, familia y subjetividad de la sociedad, promueven y defienden un sistema económico y una manera de ejercer la política que promueve la misma práctica antropológica que sus adversarios políticos promueven sin complejos", ha avisado Argüello, este lunes, en el discurso inaugural de la Asamblea Plenaria, que reúne esta semana en Madrid a todos los obispos de España.
Según ha precisado, "una concepción individualista del ciudadano los une, aun sin saberlo o a sabiendas, y sus prácticas políticas, muy enfrentadas en el foro y en los medios, se complementan y retroalimentan".
Además, ha advertido de que prefieren "un ciudadano desvinculado y desmotivado (incluidos los llamados militantes de los partidos que, mayoritariamente, han dejado de formarse, de debatir y de contribuir a la toma de decisiones de sus dirigentes)". "Al servicio de la economía y de la política dominantes se genera una cultura pop y de masas a través de muchos, nuevos y sofisticados medios de comunicación", ha puntualizado.
Por otro lado, el presidente de los obispos ha acusado al Estado de "promover medidas y legislaciones que agravan" la "quiebra demográfica" en España.
"Estos condicionamientos ideológicos han tomado cuerpo en la reciente legislación sobre la persona, el matrimonio y la familia. La problemática familiar no sólo no es abordada sino que desde el Estado se promueven medidas y legislaciones que agravan dichos problemas. España es el farolillo rojo en políticas familiares de protección de la familia y de promoción de la natalidad. Como consecuencia, cada vez hay más personas aisladas, muchas en soledad no deseada y menos familias estables. Las familias son cada vez más pequeñas y muchas ya no tienen hijos. España se encuentra en una auténtica quiebra demográfica", ha avisado.
Además, ha alertado de que se está avanzando hacia una sociedad "amatrimonial", donde el número de hijos nacidos fuera del matrimonio supera a los nacidos dentro del matrimonio.
HA CALADO EL MENSAJE: TENER HIJOS NO ES BUENA IDEA
"Ha calado en nuestra sociedad un mensaje: 'Tener hijos no es buena idea'. Aparecen los mismos asuntos que son económicos, reales, que son de salarios y de vivienda pero que son también de cultura, de estilo de vida, de planteamiento de la existencia. Da igual cuál sea el formato de la excusa. La idea que se transmite es que tener hijos es negativo para la propia libertad y la propia realización personal", ha añadido.
"Estos mismos medios y ambientes elogian la bondad de la falta de vínculos y la asunción del divorcio sin drama, como salida normalizada y deseable ante cansancios y conflictos", ha lamentado.
Frente a este problema, el obispo ha planteado la propuesta del Papa Francisco que pide "una alianza social para la esperanza" en la que engloba "la promoción y la defensa de la vida".
Por otro lado, Argüello también se ha hecho eco del problema de la vivienda en España, con "más de 26 millones de viviendas, de las que casi cuatro millones se encuentran vacías" y el hecho de que "para muchas personas la vivienda alquilada o en propiedad supone un gasto inasumible".
"Se expresa así una dualidad. Un problema de vivienda, muchas viviendas infrautilizadas por el elogio de vivir solos y otras viviendas en las que se tiene que acumular la gente porque si no hay posibilidades de vivir sin dormir en la calle", ha apuntado.
También ha analizado el "preocupante" desempleo estructural "donde miles de personas quieren trabajar y no pueden, con todavía demasiada temporalidad".
ELOGIO DESMEDIDO DE LA AUTORREALIZACIÓN
Si bien, el presidente de la CEE ha "llamado la atención" sobre "un nuevo elemento de carácter cultural, antropológico": el "elogio desmedido de la autorrealización personal" entre los jóevenes.
"Hay un estilo de vida y unas expectativas en nuestra sociedad, especialmente entre los candidatos más jóvenes al empleo, que hace que se rechacen muchos puestos de trabajo. Incluso surge un movimiento de entender la propia manera de vivir, la autonomía, la libertad de moverse de acá para allá, junto el elogio desmedido de la autorrealización personal, que anima a personas a rechazar la contribución al bien común", ha indicado.
Al mismo tiempo, Argüello se ha referido a la "presión migratoria" y ha indicado que la "presencia" de los inmigrantes "es controvertida y paradójica".
"La demografía de nuestra sociedad los necesita, pero generan rechazo; el mercado laboral los reclama, pero tiran de las condiciones laborales hacia abajo; viven en nuestros pueblos y barrios y participan en los servicios del estado del bienestar, gracias a sus hijos se mantienen escuelas que sin ellos cerrarían, pero la sanidad y los servicios sociales experimentan límites; a veces, se generan guetos y se pone de manifiesto la dificultad real del multiculturalismo", ha argumentado.
En este sentido, ha recordado que la Iglesia ha participado "con fuerza" en la iniciativa legislativa popular por la regularización extraordinaria de 500.000 personas en situación irregular.
SUPRESIÓN DE FACTO DE LA SEPARACIÓN DE PODERES
En otro apartado referido a la convivencia política, el presidente de la CEE cita a analistas, para concluir que "hay un 'déficit' creciente de vida democrática, caracterizado por la falta de encuentro y de diálogo, que quedan anulados por la dialéctica populista y polarizada, en un clima cultural de posverdad".
"Las deficiencias del ejercicio democrático, falta de respeto al principio de legalidad y supresión de facto de la separación de poderes, junto con el deseo del mercado de lograr una economía eficiente y globalizada que pueda desarrollarse sin muchos límites, alimentan el deseo de algunos líderes de construir democracias (la práctica totalidad de los Estados miembros de la ONU se definen democráticos) más autoritarias, con poderes fuertes o semidictatoriales, frenando el diálogo, la escucha y el consenso a favor del bien común", ha advertido.
A su juicio, solo en este contexto se puede entender lo que ocurre en España, aunque ha apuntado algunas "características propias" que ha resumido en "el tiempo" y "el espacio".
"A los españoles nos cuesta reconciliarnos con nuestra historia y, ahora, la lectura 'democrática' de la historia es instrumento de polarización (mantenimiento artificial de 'las dos Españas') al servicio de la conquista o mantenimiento del poder", ha explicado. Además, en cuanto al "espacio" ha dicho que "hoy, de nuevo resuenan las dificultades para armonizar una nación política 'de nacionalidades y regiones'".
En esta línea, ha recordado que el Papa propuso al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el 24 de octubre de 2020 "hacer progresar el país (territorio del mercado y del estado de bienestar), consolidar la nación (organismo de leyes, de modos de proceder, de hábitos) y hacer crecer la patria (raíz y aliento común recibido de los mayores que ha de ser entregado a la siguiente generación) donde no es permitido el borrón y cuenta nueva".