BURGOS 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Pontificia nombrada por el Papa Francisco para administrar los bienes y pagar las deudas de las ex religiosas de Belorado suponen al Arzobispado de Burgos unos gastos de 21,881,67 euros de promedio y las cuentas tienen unos ingresos de 8.239,44 euros de pensiones y arrendamientos lo que deja un déficit mensual de 13.642 euros.
En esta cantidad están incluidos los gastos de las ex religiosas pasan mensualmente a monseñor Mario Iceta, administrador pontificio de los conventos de Belorado, Derio y Orduña. En ellos se incluyen las nóminas de los trabajadores, los de luz, agua, teléfono y los tres préstamos pendientes de pago.
En un comunicado del Arzobispado, la Oficina de Información de la Archidiócesis ha informado de que en septiembre la Comisión Pontificia ha pagado 1.988,44 euros de electricidad; 2.630,82 euros de consumo de gas, y 72,00 en teléfonos.
En cuanto a las nóminas, la Comisión Pontificia ha pagado cuatro por un importe de 3.179 euros y también ha asumido el pago de 12.115,70 euros para atender tres hipotecas que suman una deuda bancaria de 760.000 euros.
Por su parte, las ex monjas han acusado a Iceta de "asfixia económica" y han acusado en concreto al arzobispo de no pagar sus cotizaciones a las Seguridad Social, facturas de proveedores, gastos de Internet y móviles, pólizas de seguros de los monasterios, servicio de mensajería, mantenimiento de la maquinaria del obrador, asesoría fiscal y laboral, seguros y el renting de los automóviles.
Sobre las cotizaciones de la Seguridad Social de las ex religiosas, el Arzobispado ha aclarado que desde el momento en el que se declaró la excomunión y consecuente expulsión de la vida religiosa, "no procede su encuadre, ni tampoco su tributación, como autónomas acogidas al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos.
En otro comunicado emitido por las ex religiosas, aseguran que cinco ex monjas cobran un total de siete pensiones (entre jubilación y orfandad) y de ellas, cinco se siguen ingresando "en las cuentas controladas por el arzobispo, cuyo importe, por tanto, ni llega a las perceptoras ni se destina a su subsistencia ni a atender sus necesidades personales", han denunciado.
En las cuentas que administra el Arzobispado, existen varios ingresos que provienen de las pensiones de las religiosas mayores, 5.179,44 euros. Y dinero que proviene del alquiler de un inmueble en el monasterio de Derio por el que se ingresaron en octubre 3.060 euros.
Según han explicado, todo ello resulta en un promedio de 8.239,44 euros de ingresos mensuales. La diferencia negativa de 13.642 euros se asume desde la Comisión Pontificia. En esos ingresos no figuran las ventas de ornamentos litúrgicos que las ex monjas han realizado por Wallapop y Todocolección, "cuyo importe se ingresó en una cuenta perteneciente a un pariente próximo de una exreligiosa".
A ello se une otro ingreso realizado en otra cuenta que no se entregó al Arzobispado, una cantidad resultante de un anexo de contrato de arrendamiento con terceras personas realizado en julio de 2024 por la exabadesa por unas dependencias del Monasterio de Derio.
En su comunicado, las ex monjas apuntan a que el Comisario Pontificio no presenta "en tiempo y forma las declaraciones fiscales obligatorias" y argumentan esta duda en que les han notificado un embargo por Hacienda de la pensión de una hermana "por impago de la cuota correspondiente al IRPF del ejercicio 2023" cuando esos impagos no corresponden al periodo en que monseñor Iceta asumió la responsabilidad que se produce a partir del 5 de junio de 2024.
De hecho, añaden, la Comisión Gestora ha tenido conocimiento únicamente de un embargo por parte de la Agencia Tributaria en agosto de 2024 por importe de 1.362,73 euros, relativo a la falta de liquidación del IRPF correspondiente al primer trimestre de 2024, que les hubiera tocado liquidar a las ex religiosas.
El cruce de declaraciones entre el Arzobispado y las ex monjas se completa con un anuncio de las bretoneras de internacionalizar el debate del cisma con ayuda de la prensa internacional "elevando el debate a categoría global debido al interés que este tema ha suscitado en distintos países".
Aseguran que emprenderán "un conjunto de acciones que las posicionará como monjas adaptadas a los nuevos tiempos". Esta semana se ha instalado en el convento en dependencias fuera de clausura, el brasileño Rodrigo Henrique Ribeiro da Silva, circunstancia que ha provocado la salida del argentino Sergio Casas, que ya no está en el convento. El Arzobispado ha denunciado la presencia en el monasterio de personas, algunas ataviadas con trajes eclesiásticos, "que carecen de título legal y autorización para permanecer en sus dependencias".