MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
Las nevadas abundantes, el viento frío de origen polar y el descenso térmico afectará desde este jueves hasta, al menos, el domingo a buena parte de la Península y afectará sobre todo a Asturias, Cantabria, País Vasco y Canarias, donde se pueden acumular más de 20 centímetros de nieve y en algunos puntos incluso hasta medio metro de espesor.
Según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), un frente frío recorrerá desde hoy la Península Baleares, desde el oeste al este y precede a una masa de aire frío, húmedo e inestable conducida por vientos de componente norte. A esta situación se sumará la llegada de un segundo frente el sábado al que también seguirá aire frío e inestable con vientos del norte.
Por ello, la portavoz adjunta de la AEMET, Delia Gutiérrez, ha explicado a Europa Press que el aviso fundamentalmente se debe a las precipitaciones y acumulaciones de nieve que se esperan en la cordillera Cantábrica, donde incluso están en vigor avisos de riesgo extremo (rojo).
"Bajarán las temperaturas y la cota de nieve, por lo que las precipitaciones en muchas zonas serán en forma de nevada", ha indicado Gutiérrez, que recomienda mantenerse informado a las actualizaciones de los avisos.
Así, ha precisado que la primera entrada de frío llegará entre este jueves y el viernes y provocará un descenso generalizado de las temperaturas en la Península y Baleares de modo que se producirán heladas en gran parte del interior peninsular y la cota de nieve descenderá en la mitad norte peninsular hasta los 400 a 600 metros e incluso serán más bajas ocasionalmente.
A esto se sumará el viento, que soplará del norte y contribuirá a aumentar la sensación de frío. Sin embargo, la AEMET destaca que "lo más significativo" serán las cantidades de nieve que se esperan en las comunidades cantábricas.
En concreto, entre este jueves y viernes se esperan acumulaciones de nieve de más de 20 centímetros por encima de 500 a 600 metros en el interior de Asturias, Cantabria y en algunas zonas puntuales del País Vasco y Navarra podrá acumularse nieve también en cotas inferiores. En zonas altas de Asturias y Cantabria, por encima de 900 a 1.000 metros las acumulaciones podrán alcanzar los 50 centímetros de nieve.
En resumen, según Gutiérrez, las zonas con mayor probabilidad de precipitaciones son el tercio norte y el este de la Península, de modo que "solo se salvarán" la zonas suroccidentales, es decir, la mitad oeste de Andalucía y Extremadura, mietnras en el Mediterráneo y Baleares las precipitaciones no serán de nieve.
La portavoz ha dicho que el grado de certidumbre sobre el jueves, viernes y sábado es muy alto, pero a partir del domingo y el lunes la incertidumbre aumenta, aunque parece que se mantendrá la situación de frío y bajará más la cota de nieve.
Asimismo, ha agregado que al final del viernes y primera mitad del sábado las precipitaciones quedarán restringidas al extremo norte peninsular, en general con menor intensidad, excepto en el Cantábrico oriental y vertiente norte del Pirineo.
Sin embargo, con los datos disponibles hasta la fecha, parece que a partir de la tarde del sábado y durante el domingo, se podría producir un nuevo episodio de nevadas casi comparable al de este jueves y viernes.
En ambos casos, además de las nevadas más destacadas en las comunidades cantábricas, también serán significativas en la vertiente norte de Pirineos, norte de Castilla y León, sistemas Central e Ibérico e interior del cuadrante sureste peninsular.
La incertidumbre sobre la situación atmosférica aumenta a partir del lunes 5 aunque la AEMET considera en estos momentos que el escenario más probable, con un 80 por ciento de probabilidad, es que a principios de la próxima semana aparezcan bajas presiones en el Mediterráneo occidental, que contribuirían a la entrada sobre nuestro territorio de aire del noreste de carácter continental, muy frío y menos húmedo.
La portavoz ha informado de que de momento parece que el flujo de viento sería continental, procedente de Europa, de modo que podría ser más frío pero menos húmedo, por lo que las temperaturas podrían descender aún más, pero las precipitaciones serían menores.