MADRID, 21 Jun. (EUROPA PRESS) - El verano, que ha comenzado a las 6.24 horas en la Península, será más caluroso de lo normal en el conjunto de España y con especial intensidad en el centro y sur de la Península, donde se espera que la media será de entre medio grado y un grado centígrado más de lo habitual, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) que señala que esto se producirá después de una primavera "extremadamente cálida", la más calurosa del siglo XXI. En la rueda de prensa de predicción estacional y resumen de la primavera, la portavoz de la AEMET, Ana Casals, ha pronosticado que los meses de julio, agosto y septiembre tendrán un carácter "muy cálido" con una probabilidad del 30 al 40 por ciento en Canarias y del 40 al 50 por ciento en la Península y Baleares. Sin embargo, en el centro y sur de la Península esta posibilidad se eleva hasta el 50 al 70 por ciento, por lo que considera que esto ocurrirá "con bastante seguridad". Así, ha precisado que en Baleares y Canarias este verano tendrá una anomalía térmica positiva de 0,2 a 0,5 grados centígrados, mientras que "prácticamente en toda la Península" la anomalía térmica será de entre 0,5 y 1 grado centígrado. Sin embargo, respecto a las precipitaciones parece que este verano será "normal" o con lluvias ligeramente inferiores a las habituales en algunas zonas. En todo caso, ha recordado que "en verano llueve poco". Además, ha manifestado que según el comportamiento de este mes de junio, con una ola de calor y temperaturas muy altas, posiblemente, este estío estará "en línea con los más calurosos" desde que hay registros, que fueron 2003, 2015 y 2016. "Todos han sido en este siglo y todos muy cercanos", ha apostillado, en alusión a la tendencia de calentamiento global provocada por el cambio climático. Asimismo, Casals ha destacado que cada año los veranos son más precoces y que aproximadamente, cada año comienzan un día antes, y también "se van atrasando". En ese sentido, ha subrayado que el pasado verano se produjo una gran ola de calor en España en el mes de septiembre, al final de la estación, que batió récord de temperaturas extremas del verano. En todo caso, ha manifestado que "no se puede prever" el número de olas de calor, pero "es posible" que se alcancen "picos" de calor a lo largo de la estación. En la rueda de prensa, ha indicado también que el mes de junio comenzó con variaciones "normales" de temperatura para este mes, pero a partir de los días 7 y 8 se registró un aumento de las temperaturas "considerable" y que se agudizó el día 10 "principalmente" en el cuadrante suroeste, interior de Castilla y León y el valle del Ebro. Casals ha comentado que los termómetros siguieron subiendo en varias regiones y que a partir del 14 y 15 de junio las máximas superaron los 34 grados centígrados en gran parte de la Península y Baleares y por la noche, a partir del 15 de junio, las noches empezaron a ser "tropicales", con mínimas superiores a 20 grados centígrados en el conjunto de España, algo que ya tenían varios días antes en el cuadrante sureste y en el valle del Ebro. A continuación, ha agregado que los días 16, 17 y 18, las temperaturas siguieron elevadas "e incluso aumentaron" en algunos puntos. En definitiva, ha confirmado que en lo que va de mes de junio "la temperatura media está muy por encima de los valores normales" mientras que la precipitación acumulada hasta la fecha para el conjunto de España es prácticamente normal o un poco inferior a la habitual. LA PRIMAVERA MÁS CÁLIDA EN MÁS DE MEDIO SIGLO Por otro lado, la portavoz ha indicado que la situación se produce después de la primavera "extremadamente cálida", la más calurosa en 52 años, desde 1965, y también en lo que va de siglo. En su conjunto, el trimestre comprendido entre el 1 de marzo y el 31 de mayo de 2017 tuvo una temperatura media de 15,4 grados centígrados, esto es, 1,7 grados centígrados más que la media de la estación, respecto al periodo de referencia 1981-2010. "Se ha tratado de la primavera más cálida desde 1965 y ha superado en 0,06 grados centígrados el valor más alto, el de la primavera de 2011. Ha sido, por tanto, también la primavera más cálida desde el comienzo del siglo XXI", ha destacado. Por zonas geográficas, Casals ha dicho que la primavera fue "extremadamente cálida" en amplias zonas de Castilla y León, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón, Cataluña, Extremadura e interior de Andalucía y resultó "muy cálida" en el resto de la Península, excepto en algunas áreas del mediterráneo, en las que tuvo un carácter "cálido". En este contexto, ha valorado el "marcado contraste" entre las anomalías de las máximas, que se situaron una media de 2,5 grados centígrados por encima de lo normal para el trimestre y las de las temperaturas mínimas, que "tan solo" fueron 0,9 grados superiores a las normales. Sobre este aspecto, ha precisado que la primavera comenzó con un marzo "cálido", con una temperatura de 0,9ºC superior a la media; que abril fue "muy cálido", con una media de 1,9ºC más de lo normal y que mayo fue "extremadamente" cálido, con una temperatura que superó la media normal en 2,4ºC. En una rueda de prensa multitudinaria, la portavoz se ha referido también a los episodios extremos o más destacados de la primavera. En concreto, ha citado los días 17 y 18 de abril, cuando en toda España hubo temperaturas más altas de lo normal y se registraron las "más altas" de la primavera en Canarias, y los días del 21 al 27 de mayo en la Península y Baleares, donde tanto las máximas como las mínimas fueron "muy superiores" a las normales. Las máximas de la estación se alcanzaron en Orense, con 37,6ºC el 24 de mayo; en Granada aeropuerto, con 37ºC el día 25 de mayo y Bilbao, con 36,4ºC el día 25. En Canarias, las máximas de la estación llegaron el 17 de abril, con 36,1ºC en el aeropuerto de Lanzarote y 34,2ºC en el aeropuerto de Gran Canaria. También se ha referido a los episodios fríos, que ocurrieron del 21 al 26 de marzo y del 25 de abril al 1 de mayo en la Península y Baleares y la más baja de la estación fueron en el Puerto de Navacerrada, con -8,8ºC el 23 de marzo; León, con -5,2ºC el 27 de abril; Molina de Aragón, con -4,5ºC el 3 de abril y Burgos aeropuerto, que registró -4,4ºC el 28 de abril. En cuanto a las precipitaciones, ha informado de que la primavera tuvo 133 litros por metro cuadrado de media, lo que supone un 23 por ciento menos que las lluvias normales en el trimestre. En conjunto, marzo fue un mes húmedo, con un 29% más de lluvia; le siguió un abril muy seco (con una precipitación del 60% menos de lo normal) y terminó con un mayo seco, con un 23% menos de precipitación. Casals ha indicado que "tan solo" tuvo un carácter húmedo o muy húmedo en el suroeste de Andalucía, en un área entre Huesca y Lérida y en otra en el sureste de la Comunidad Valenciana. LLUVIAS ACUMULADAS Por su parte la jefe de climatología de la AEMET, Roser Botey, ha explicado que desde que el 1 de octubre comenzó el año hidrológico hasta el 13 de junio de 2017, ha llovido en el conjunto de España un 13 por ciento menos del valor normal. "Queda poco de año hidrológico --que termina el 30 de septiembre-- por lo que parece que ese porcentaje no cambie mucho", ha pronosticado puesto que las precipitaciones en verano son relativamente bajas. Por ámbito geográfico, ha llovido por encima de lo normal, hasta esta fecha, en gran parte del tercio este peninsular, en zonas del este y suroeste de Andalucía, en Baleares, en pequeñas zonas del Sistema Central y de Canarias oriental. Incluso, ha matizado que ha llovido un 50 por ciento más de lo normal en el este de Andalucía y en las provincias de Murcia, Valencia, Alicante y en el sur de Mallorca. Por el contrario, ha señalado que la mayor falta acumulada de lluvias está en el cuadrante noroeste, donde el déficit supera el 25 por ciento.