MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
La ampliación de las bajas de maternidad y paternidad, mayores facilidades para conciliar la vida laboral y familiar, más y mejores becas educativas o ayudas a guardería son las principales reivindicaciones de padres recientes que pone de manifiesto el I Estudio Caser sobre Salud Familiar 'Madres y Padres del siglo XXI'.
El informe, en el que han participado 1.800 hombres y mujeres de toda España con hijos nacidos desde 2012 o que durante la realización de la investigación estaban esperando un hijo, destaca entre las reclamaciones de este colectivo el aseguramiento de condiciones mínimas de existencia a las familias, mejoras estructurales en la sanidad o la educación, más allá de ayudas concretas, y la vuelta del pago único por nacimiento que funcionó hace unos años.
El estudio evidencia un bajo conocimiento de las ayudas de la Administración Pública a las familias, ya que el 58% de los padres objeto del estudio desconoce su existencia. Entre quienes sí conocen ayudas, la de 100 euros al mes a madres trabajadoras que pueden percibirse como deducción del IRPF es la más mencionada (el 62%), seguida de lejos por las ayudas para familias numerosas y monoparentales, que conoce el 13,6% de los encuestados, y las becas educativas, de cuya existencia están informados un 12,6% de los padres.
A pesar de las demandas que plantean, la conciliación laboral y familiar no constituye un problema para algo más de la mitad (53,4%) de los padres encuestados, siendo las familias embarazadas y las numerosas las que menores dificultades manifiestan a este respecto. Aún con todo, el 68,4% considera que le dedican un tiempo insuficiente a la familia debido al trabajo.
El estudio dibuja el perfil de los padres y madres que hoy en día tiene hijos e España: Tienen entre 31 y 40 años, un hijo, en familia biparental, con estudios superiores, nacionalidad española y trabajadores por cuenta ajena. En lo que se refiere a la edad ideal para tener hijos, el 63% de los encuestados la sitúa entre los 26 y los 30 años, aunque el 44,8% justifica que la paternidad se retrasa debido a la inestabilidad laboral y personal.