MADRID, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
El cambio climático intensificó en un 7% las rachas de viento y en un 14% la lluvia del tifón Gaemi, que a finales de julio dejó más de 100 muertos y provocó el desplazamiento de miles de afectados en Filipinas, Taiwán y la provincia china de Hunan (al sur del país), según un estudio elaborado por World Weather Attribution.
La investigación ha sido publicada este 29 de agosto y ha sido elaborada por 23 científicos miembros del grupo y provenientes de universidades y agencias meteorológicas de Filipinas, China, Malasia, Países Bajos, Suecia, Estados Unidos (EEUU) y Reino Unido. Entre otros detalles, el estudio ha revelado además que las cálidas temperaturas de la superficie del mar que alimentaron el tifón hubiesen sido "virtualmente imposibles" de no ser por el cambio climático. Además, los científicos han insistido en la necesidad de mejorar la gestión de inundaciones urbanas y los sistemas de alerta temprana a medida que los tifones se fortalecen con el calentamiento global.
Para llegar a estas conclusiones, los autores del estudio utilizaron metodologías de atribución para concluir que el calentamiento global provocó que las rachas de viento fueran 14 kilómetros por hora (km/h) más intensas. A su vez, descubrieron que cayó un 14% más de lluvia en Taiwán y un 9% en China, aunque no pudieron determinar la influencia del cambio climático tuvo en la lluvia en Filipinas dadas las incertidumbres en las observaciones meteorológicas y los modelos climáticos. Según han argumentado, estas pueden estar relacionadas con las complejas lluvias monzónicas del país, así como con el desplazamiento hacia el norte de la trayectoria de los tifones en el Mar de Filipinas.
Asimismo, los investigadores han indicado que desde 1900 se ha registrado un aumento del 30% del número de tifones tan intensos como Gaemi en el noroeste del océano Pacífico, lo que concuerda con estudios previos que destacan un aumento en el número de los tifones, huracanes y ciclones tropicales más poderosos. A su vez, han detallado que en un mundo sin el cambio climático en el que las temperaturas fuesen 1,2ºC más frías, las registradas en la superficie del Mar de Filipinas hubiesen sido "virtualmente imposibles".
Por último, han indicado que este estudio muestra los fallos en lo que se refiere a la preparación contra los tifones de los países afectados y han recordado que la mayoría de las víctimas mortales que dejó Gaemi en Filipinas y en Hunan perdieron la vida por inundaciones y corrimientos de tierra. Por este motivo, los autores han afirmado que mejorar la gestión de las inundaciones urbanas y las alertas específicas que describen los impactos esperados salvarán vidas durante futuros tifones, particularmente en ciudades densas y de rápido crecimiento.