Cambio de hora para adaptarnos al horario de invierno 2016, ¿adelantar o atrasar el reloj?

Cambio horario de invierno 2015
Foto: EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 23 octubre 2015 11:39

MADRID, 14 Oct. (EDIZIONES) -

Llega el horario de invierno y, como consecuencia, los relojes se retrasarán una hora. El cambio se producirá el domingo 25 de octubre ya que a las 3.00 horas de la madrugada las agujas retrocederán hasta las 2.00.

De este modo, dará comienzo esta nueva temporada en la que los días serán más cortos (porque anochecerá antes) y, por tanto, la luz natural escaseará más.

El domingo día 25 tendrá 25 horas por lo que se dormirá más. La justificación de este cambio no es otra que termina el horario de verano para dar paso al de invierno y los cambios en el reloj se ven afectados en la primavera (que se adelanta una hora) y en el otoño (que se atrasa una hora).

VENTAJAS DE ATRASAR LA HORA

El retraso de la hora tiene como fin reducir el consumo de energía, haciendo coincidir el comienzo de la jornada laboral con las horas de luz.

Esta costumbre de atrasar el reloj en hora en invierno y adelantarlo en verano se empezó a usar de forma generalizada en 1974 para poder aprovechar mejor la luz del sol (y consumir menos electricidad) tras la primera crisis del petróleo.

La Directiva Europea que rige el denominado 'Cambio de hora' fija que el horario de verano comienza en el último domingo del mes de marzo y que termina el último domingo de octubre. De este modo, a partir del próximo domingo recuperaremos la que se considera hora oficial en España, que es ir una hora por delante del tiempo que marca el meridiano de Greenwich (Greenwich Mean Time GMT).

Recuerda que si tienes marcada en el móvil la pestaña 'Zona horaria automática' --algo que suele estar por defecto--, el cambio de horario se hará de forma automática.

Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el potencial de ahorro en iluminación en España por el cambio de hora puede llegar a representar un 5 por ciento del consumo eléctrico en iluminación, equivalente a unos 300 millones de euros.

Esta medida no solo se adopta en España, sino que se lleva a cabo en unos 70 países en todo el mundo. Japón es el único país industrializado que no se ha adaptado aún a esta normativa. En concreto, se aplica en todos los países de Europa, América del Sur, África y en algunas zonas de Estados Unidos y Canadá.