ROMA, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
El cardenal Angelo Becciu --que gestó una operación opaca para comprar un edificio en Londres que acabó en estafa para el Vaticano-- ha seguido defendiendo su inocencia en una carta publicada íntegramente por los medios de comunicación de la Santa Sede. Según la sentencia del Vaticano, fue condenado en primera instancia a cinco años y medio de prisión.
En la misiva, que firma como 'cardenal diácono de San Lino' y 'prefecto emérito de la Congregación para las Causas de los Santos', Becciu ha defendido su inocencia y ha asegurado que "siempre" ha actuado "de acuerdo" con sus "prerrogativas", "sin exceder nunca" sus "poderes y siempre con total fidelidad a la Santa Sede".
Becciu ha señalado también que, en el veredicto final, "el derecho de defensa, aunque formalmente garantizado, ha sido puesto a prueba y vaciado de contenido", algo que intenta reclamar sin sentirse "amargado y resentido".
En concreto, ha rechazado la "acusación de haber defraudado al Papa en el sentido de que, con el pretexto de la liberación de una monja secuestrada en Malí, hice que el Santo Padre me autorizara a utilizar 600.000 euros, cuando en realidad estaban destinados a la señora Cecilia Marogna, con la que tenía, incluso después de conocer las acusaciones, 'relaciones completamente amistosas, si no de verdadera familiaridad'", según se recoge en la sentencia.
"¡Estoy verdaderamente asombrado y rechazo enérgicamente esta inferencia!", ha señalado Becciu al respecto, para quien "estas acusaciones son inaceptables y, sobre todo, no están respaldadas por ninguna prueba".
El purpurado también ha reivindicado los sistemas de control existentes en la Secretaría de Estado cuando era sustituto del organismo, de 2011 a 2018, y se hizo la compra ilegal. Becciu, en ese momento, tenía poder para disponer de fondos reservados pero ha defendido que hubo una aprobación por parte de los pertinentes responsables de las operaciones.
Además, Becciu ha recordado que ha sido condenado en primera instancia por lo que se presenta como "presunto inocente" que, argumenta, ha sido "condenado por malversación a pesar de no haber recibido beneficio económico alguno: ni para él ni para sus familiares, como la propia sentencia constató".
"Lo que pone de relieve que mi defensa, incluso fuera de la sala de vistas, siempre ha alegado la ausencia constatada del más mínimo beneficio económico personal", ha añadido. De esta manera, ha elogiado su papel "por ayudar a la Santa Sede a salir de los bolsillos de un déficit que parece no tener fin, y estoy seguro de que no fue sólo por la inversión de Sloane Avenue, que era potencialmente una muy buena inversión".
En todo caso, ha señalado que ha sido juzgado "por una percepción ideológica de los hechos" y ha lamentado que desde su "primera conversación con el Papa sobre el tema", haya "sido considerado culpable y señalado en los periódicos como corrupto e incluso insultado". En este sentido, ha afirmado que "parece que la voluntad política es sólo la de cerrar la narración sobre el proceso intentando no perjudicar a la Santa Sede ni al Papa".
"Es una pena, sin embargo, que la verdad tenga que ser sacrificada en este altar. Pero la verdad, según un dicho atribuido a san Agustín, es como un león y se defenderá sola", ha explicado.
El pasado 30 de octubre el Vaticano hizo públicas las explicaciones del veredicto en el gran proceso del edificio de Londres en las que se constata el entramado criminal que se gestó en la compra irregular del edificio de Londres, que acabó en estafa.