MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha lamentado que el informe sobre abusos encargado hace un año y nueve meses por los obispos al despacho Cremades & Calvo-Sotelo "llega tarde" y que esperarán a que se lo entreguen, "el 14 ó 15" de diciembre para "contar" el número de casos, aunque ha precisado que "lo importante" es que ya hay "todo un trabajo hecho" con las investigaciones de El País, el Defensor del Pueblo y la Iglesia, y que el de Cremades "ayuda".
"El informe Cremades llega un poco tarde porque habíamos quedado en que lo haría en un año, no pudo hacerlo, las razones que sean él las sabe y lo entrega ahora pero cuando lo entrega tenemos ya todo un trabajo hecho", ha señalado el cardenal arzobispo de Barcelona este martes en un desayuno informativo de Nueva Economía Fórum, que se ha celebrado en el Hotel Intercontinental de Madrid, en el que, entre otros invitados, se encontraban la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, o el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo.
Así, el arzobispo ha precisado que van a "esperar a ver qué dice el informe Cremades" pero ha insistido en que hay un trabajo importante ya realizado.
"Con todo lo que ha hecho El País, lo que ha hecho el Defensor del Pueblo y lo que ha hecho la Iglesia, al final contaremos un número determinado de abusos, pero a nosotros lo que menos nos importa es el número, que también, es la persona, cada individuo, por uno solo merecería la pena hacer todo el trabajo que se ha hecho. Ya los informes de Cremades o lo otro nos ayudan pero lo importante es que ya hemos focalizado bien el trabajo que son las víctimas y escuchar a cada persona", ha subrayado Omella.
Así, ha puesto de relieve y ha agradecido "mucho" el trabajo realizado por el Defensor del Pueblo en su informe, aunque ha matizado que "nada es perfecto" y "todo se puede mejorar". En todo caso, ha dicho que lo que más les ha impactado ha sido "descubrir la fotografía de la realidad de las víctimas" y ha asegurado que les ha provocado una "profunda tristeza".
No obstante, ha hecho una "llamada de atención" a otros ámbitos de la sociedad para que también investiguen los abusos a menores que se han cometido en su seno y ha puntualizado que "no es una excusa". "Que también los otros hagan lo que de alguna manera se le ha obligado, y lo ha hecho, a la Iglesia, y le han ayudado otros a hacerlo", ha añadido.
En esta línea, preguntado por si la Iglesia está dispuesta a contribuir al fondo de compensación a las víctimas de abusos propuesto por el Defensor del Pueblo, Omella ha indicado que primero van a "ver cómo lo presentan" y que, en todo caso, colaborarán "siempre y cuando participen todas las demás instituciones que han sido abusadoras".
Además, ha defendido que los obispos llevan tiempo trabajando en la lucha contra los abusos, "desde que explotó" en la sociedad, y que tienen su propio plan de reparación integral a las víctimas, también económica, pero ha matizado que "no se trata de decir 'a todos les daremos tanta cantidad'" sino de ver "cada situación" concreta. Asimismo, ha asegurado que cada denuncia que les llega, la investigan por respeto a la víctima y al abusador.
También ha asegurado que están trabajando en la transparencia de la gestión económica dentro de sus instituciones así como en la puesta en marcha del 'compliance', es decir, las políticas de cumplimiento normativo y buenas prácticas.
AGRUPAR SEMINARIOS
Por otro lado, sobre la reciente reunión que los obispos españoles mantuvieron con el Papa Francisco, el cardenal ha insistido en que no les llamó por el tema de los abusos sino por los seminarios. En cuanto a este tema, Omella ha indicado que tienen tres años para llevar a cabo una "reforma" de los seminarios españoles que tendrán que ser "agrupados" para concentrar a más aspirantes a sacerdotes.
Preguntado por si tiene esperanzas en que el Papa Francisco visite España, Omella ha dicho que le "encantaría" que fuese a Cataluña para la inauguración de la torre de Jesucristo de la Sagrada Familia. "Pero conociendo al Papa y viendo cómo está de salud, digo me parece que no lo lograremos", ha admitido.