MADRID, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
Casi la mitad de los niños y niñas de Haití se enfrentan a una hambruna aguda debido a la violencia, las tensiones climáticas y el aumento de la inflación, un año y medio después del último terremoto que asoló el país, según ha advertido Save the Children.
Según señala la ONG, citando datos de la ONU, 5,2 millones de personas, casi la mitad de toda la población, "necesitan desesperadamente ayuda humanitaria". De ellos, 1,9 millones son niños y niñas.
"Los niños de Haití están atrapados en un ciclo mortal de violencia, pobreza y hambre, en el que cada problema se cruza con los demás para crear una policrisis como ninguna otra. La mitad de la población lucha por sobrevivir, y los padres se despiertan sin saber si alimentarán a sus hijos y cómo lo harán. La violencia aterroriza a las familias y les impide acceder a los escasos servicios básicos que quedan", ha explicado la directora de Save the Children en Haití, Chantal Sylvie Imbeault.
La ONG relata el caso de Alisha, de 21 meses, que llegó con bajo peso a un centro de nutrición gestionado por Save the Children cuando tenía 17 meses. Se la examinó y se le proporcionó alimento terapéutico para prevenir la desnutrición.
"Empecé a alimentarla con mantequilla de cacahuete y empezó a mejorar. Me di cuenta de que había ganado peso. Antes no jugaba, pero ahora juega y corre por todas partes. Me gustaría que mi bebé creciera, para que pudiera ir a la escuela y llegar a ser algo en la sociedad en el futuro", afirma la madre de la pequeña, Jinette, que también participó en sesiones sobre cómo alimentar y cuidar al bebé.
Según alerta Save The Children, la desnutrición puede causar retraso en el crecimiento, impedir el desarrollo mental y físico, aumentar el riesgo de contraer enfermedades mortales y, en última instancia, causar la muerte. Las últimas cifras del Programa Mundial de Alimentos muestran que el 22% de los niños de Haití sufren desnutrición crónica, resultado de episodios prolongados de nutrición inadecuada.
Además de la escasez de alimentos, las comunidades luchan por acceder a servicios básicos como el agua, la atención sanitaria, la educación, el combustible, las telecomunicaciones y la electricidad. Hace seis meses, se declaró una epidemia de cólera en nueve de los diez departamentos de Haití, después de tres años sin que se registrara ningún caso en el país, según la ONU.
Al mismo tiempo, la ONG indica que los esfuerzos de reconstrucción tras el terremoto de magnitud 7,2 que sacudió Haití hace 18 meses han sido "lentos", lo que ha provocado y al mismo tiempo "empeorado el ciclo mortal de la crisis humanitaria". En el sur del país, unas 2.500 personas siguen desplazadas como consecuencia del terremoto, y los esfuerzos para reconstruir las 1.250 escuelas destruidas se han visto obstaculizados por las dificultades logísticas derivadas de la inseguridad.
Los actores humanitarios estiman que el país necesita 715 millones de dólares de financiación humanitaria, según la ONU. "La resistencia del pueblo haitiano ante esta emergencia humanitaria es increíble, pero es inconcebible que tengan que pasar por esto. Estamos haciendo lo que podemos para responder, pero necesitamos urgentemente que la comunidad internacional dirija su atención a Haití con una inyección inmediata de fondos para salvar vidas", ha añadido la directora de la ONG en Haití.