Peregrinos en Barajas para viajar a Fátima
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 11 mayo 2017 23:26


FÁTIMA (PORTUGAL), 11 (del enviado especial de EUROPA PRESS José Mª Navalpotro)

Centenares de peregrinos aguardan apostados, casi veinticuatro horas antes, la llegada del Papa al santuario de Fátima, mañana 12 de mayo, víspera del primer centenario de las apariciones a los pastorcitos Lucía, Francisco y Jacinta. Francisco llegará a primera hora de la tarde al santuario, donde rezará en la "Capelinha" de las apariciones y, por la noche, participará en la procesión de velas. El día siguiente, sábado 13, celebrará Misa en la explanada del santuario, durante la cual canonizará a dos de los videntes, Francisco y Jacinta.

Decenas de miles de personas se dan cita desde esta tarde en el santuario, a la espera de la llegada del Papa. Numerosas personas han apostado ya sillas y mesas plegables, protegidas con plásticos, donde aguardarán, en casi primera fila, hasta la llegada del Papa mañana. "Llueva o no llueva, nos da igual. Eso no nos desanima, ni a nosotros, ni a toda la gente que va a venir", señalaba a Europa Press una mujer portuguesa de más de sesenta años apostada junto a una de las vallas cercanas a la "Capelinha". A pesar de que la lluvia, a veces de forma intensa, ha hecho su aparición a primera hora en esta jornada, y en fechas anteriores, las previsiones meteorológicas indican para mañana en Fátima la existencia de nubes, pero no de lluvia. Aun así, las tiendas cercanas al santuario han añadido los paraguas al muestrario de artículos religiosos que ofrecen.

Aunque en Fátima es muy visible la afluencia de peregrinos, muchos de ellos, vestidos con chalecos reflectantes con el nombre de su grupo impreso, en la capital Lisboa, la llegada de peregrinos resulta mucho más discreta. Aun así, en muchos de los vuelos que llegan es fácil detectar fieles que acudirán al santuario de las apariciones. Denis, un periodista de Burkina Faso, con un grupo de varias decenas de peregrinos de su país, tocados con coloridos vestidos típicos de su país, explicaba a Europa Press que "es un momento histórico y hemos querido venir a acompañar al Papa en estos momentos".

Según fuentes de la organización del viaje, mañana llegarán centenares de miles de peregrinos al santuario. Los hoteles admiten tener lleno total, a pesar de que los precios se han disparado y han llegado a pedir miles de euros por estas jornadas. Sin embargo, un periodista portugués señalaba a Europa Press que los datos de ocupación podrían estar exagerados, pues él mismo había podido reservar cinco habitaciones hace un par de días en uno de los hoteles de las inmediaciones del santuario, a un precio de 50 euros la noche.

Por otra parte, se ha sabido que, durante su estancia, el Papa ofrecerá mañana día 12 una tercera Rosa de Oro al santuario de Fátima, a su llegada a la "Capelinha" de las apariciones y tras la oración que allí dirigirá a la imagen de Nuestra Señora. La Rosa de Oro es una distinción que, desde finales del siglo VI, los Papas ofrecen a personalidades o lugares (santuarios, templos, ciudades) en reconocimiento por importantes servicios a la Iglesia y por el bien de la sociedad. Es la segunda vez que un Papa entrega personalmente la Rosa de Orfo a Fátima. Anteriormente lo hizo Benedicto XVI, el 12 de mayo de 2010. La primera Rosa de Oro al santuario portugués la ofreció Pablo VI en 1964.

LOS PADRES DEL NIÑO DEL MILAGRO

Por otra parte, los padres de Lucas, el niño cuya curación fue atribuida a la intercesión de los beatos Francisco y Jacinta, han expresado hoy su "inmensa alegría por ser ese el milagro que los lleva a la canonización". En rueda de prensa en Fátima, Joao Batista, el padre del joven Lucas, hablando en su nombre y de su mujer, Lucila Yurie, ha destacado: "Damos gracias a Dios por la curación de Lucas y sabemos con toda la fe de nuestro corazón, que fue obtenido este milagro por los pastorcitos Francisco y Jacinta. Pero sobre todo sentimos la bendición de la amistad de estos dos niños, que ayudaron a nuestro niño y ahora ayudan a nuestra familia".

El caso que ha servido para dar luz verde a la canonización ocurrió el 3 de marzo de 2013, a las 20.00 horas, cuando Lucas, de 5 años, se cayó por una ventana a 6,5 metros de altura sobre el suelo. El chico se golpeó con la cabeza y se causó un traumatismo craneal grave, con pérdida de tejido cerebral. Fue ingresado en el hospital en coma muy grave, y sufrió dos paradas cardiacas. Los médicos dieron a los padres muy pocas esperanzas de vida.

"Comenzamos a rezar a Jesús y a la Virgen de Fátima, a quienes tenemos mucha devoción. Al día siguiente llamamos al Carmelo de Campo Mourão, pidiendo que las hermanas que rezaban por Lucas. La hermana que recibió la llamada no pasó el recado pensando que el niño no sobreviviría", contó el padre. Aunque indicó que el mensaje pasó a la comunidad al día siguiente. En ese momento, una hermana se fue corriendo a las reliquias de los Beatos Francisco y Jacinta, que estaban junto al sagrario y se sintió impulsada a rezarles: "Pastorcitos, salvad a ese niño, que es un niño como vosotros". "Consiguió convencer a toda la comunidad del Carmelo a rezar sólo con la intercesión de los Pastorcitos", ha relatado el padre.

Así lo hicieron las religiosas, como también la familia de Lucas. Dos días después, el 9 de marzo, el niño fue desentubado, despertó bien, y comenzó a hablar, preguntado por su hermanita. El día 15 le dieron el alta. El padre, Joao Bautista destacó que los médicos, incluso los no creyentes, no consiguen encontrar explicación a esta curación. Hoy, el niño está completamente bien, "sin ningún síntoma o secuela": "Lo que Lucas era antes del accidente lo es ahora: su inteligencia, su carácter, es todo igual".

Leer más acerca de: