MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Científicos han demostrado que cuanto mayor es la magnitud de la sequía, menor es la capacidad del patógeno para limitar el crecimiento de las plantas. A su vez, también han explicado que la combinación de calentamiento y patógenos causa un daño mayor a las plantas de lo esperado, lo que apoya la existencia de interacciones sinérgicas.
Estas son las conclusiones a las que han llegado en su estudio los expertos del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS), centro de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). La investigación, liderada por la Doctora Blanca Gallego Tévar de la Universidad de Sevilla, evalúa los efectos interactivos sobre las comunidades de plantas de dos factores principales del cambio global, como son la propagación de patógenos y el cambio climático.
En concreto, el texto resume la evidencia existente sobre los efectos conjuntos del cambio climático (sequía y calentamiento) y el ataque biótico (patógenos) sobre el crecimiento de las plantas. Según ha explicado el CSIC, los investigadores se han centrado en el efecto de la sequía y el calentamiento sobre la abundancia de patógenos al ser esta información "crucial" para interpretar los posibles efectos indirectos del cambio climático sobre las plantas mediados por patógenos.
"Nuestros hallazgos revelan la necesidad de incorporar el efecto conjunto de los componentes climáticos y bióticos del cambio global en modelos predictivos del rendimiento de las plantas, con el fin de identificar interacciones no aditivas, ya sean antagónicas o sinérgicas", ha explicado la investigadora principal del estudio, la Dra. Lorena Gómez-Aparicio.
Además, Gómez-Aparicio ha destacado que la importancia de este meta-análisis reside en que, según la evidencia científica, el cambio climático puede amplificar o atenuar el impacto de los patógenos en el funcionamiento de las plantas. "Profundizar en este conocimiento permitirá optimizar los modelos predictivos de salud vegetal, lo cual puede orientar estrategias de adaptación tanto en sistemas agrícolas como naturales", ha indicado.
Según el CSIC, este meta-análisis abre futuras vías de investigación al identificar "numerosos vacíos de conocimiento", como la escasez de estudios primarios que analicen los efectos interactivos entre cambio climático y patógenos mediante un diseño experimental adecuado. Asimismo, también destaca la necesidad de ampliar los estudios a diferentes grupos de plantas y microorganismos, ya que la mayoría de las investigaciones actuales se concentran en un número limitado de especies y contextos ecológicos.
Por último, el texto subraya la importancia de realizar estudios de campo que capturen la complejidad de los ecosistemas naturales, pues la literatura existente esta enormemente sesgada hacia estudios realizados en condiciones controladas de laboratorio o invernadero.