SANTANDER 25 May. (EUROPA PRESS) -
Erica A.M., condenada a 18 años de prisión por el asesinato en 2009 en la localidad de Mataporquera de su compañero sentimental, Valentín F.F., trata de mantener la patria potestad del hijo que tenían ambos y que, en el momento de la muerte, ejercía el fallecido, con quien se había roto la relación.
La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) ha visto los recursos de apelación que las partes presentaron contra la sentencia de la Audiencia Provincial que condenaba a Erika y a otras dos personas, Jorge B.C. y Ángel Manuel R.M., a 17 años y seis meses de prisión a cada uno de ellos.
La acusación particular (la familia del fallecido) y el Ministerio Fiscal apelaron contra esa fallo, al no haberse admitido su petición de inhabilitar a Erica para la patria potestad y de prohibirle que se acercara o comunicara con su hijo.
Y los acusados también han apelado, en el caso de Erica A.M. por las cuestiones relacionadas por la patria potestad, en el de Ángel Manuel R.M. por considerar que no está acreditada su participación en los hechos.
El Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) verá este miércoles el recurso de apelación de Erica A.M., Jorge B.C. y Ángel Manuel R.M. los tres condenados por la muerte en mayo de 2009 en Mataporquera a Valentín F.F., ex compañero sentimental de Erica, con quien tenía un hijo de cinco años de edad, y que era quien tenía su custodia.
La defensa de la principal acusada ha planteado ante el TSJC que para inhabilitar a Erica para la patria potestad tendría que haber perjudicado al menor directamente, razona que no está demostrado que el motivo de la muerte de Valentín fuera que la madre quería conseguir así quedarse con el niño y además recuerda que su custodia se encuentra pendiente de un proceso civil.
La familia de Valentín reprocha a la condenada sus acusaciones "gratuitas" y sin pruebas de que ese fuera un "mal padre" y un "desecho de la sociedad".
El Ministerio Fiscal sí considera que el delito está asociado a la búsqueda de la patria potestad, y además incide en que el menor dependía económicamente de su padre para su sustento, por lo que a su muerte quedó en situación de "auténtico abandono".
Esta parte advierte de que hay que evitar "por todos los medios" que Erica pueda acceder a la administración de los bienes del fallecido, algo que sería "gravísimo".
La propia Erica A.M., en su última intervención ante la Sala de lo Civil y Penal, ha negado, que pretenda quedarse con los bienes del fallecido y de su hijo. "Yo no quiero nada, sólo quiero a mi hijo", ha expresado llorando.
Por su parte, Manuel Ángel R.M., alega que es cierto que el día antes de los hechos fue con los otros dos condenados desde León, donde vivían, a Mataporquera, pero que no se puede probar que el fin del viaje fuera espiar los movimientos del fallecido.
Niega que los tres actuarán de común acuerdo, y de hecho sostiene que él, que ya al día siguiente, cuando murió Valentín, simplemente condujo el coche y esperó a Erica y a Jorge que entraban en el portal, de forma que "desconocía" lo que había pasado dentro.
Y en cualquier caso, se rechaza la premeditación que convertiría los hechos en un asesinato, argumentado que la muerte de la víctima fue en el contexto de una discusión cuando los otros acusados se encontraron con él en la escalera.
Tanto Erica como los otros dos condenados fueron declarados culpables por el Tribunal del Jurado, veredicto que luego la Audiencia de Cantabria concretó en una sentencia que también incluía la indemnización con 120.000 euros al hijo de cinco años que tenían en común el fallecido, Valentín F.F., y la acusada, y con otros 43.000 al otro hijo menor que éste tenía de una relación anterior.
También debían indemnizar con 8.000 euros a cada uno a los padres del fallecido, que tenía la custodia del hijo que había tenido con la imputada. Además, no podrán acercarse a los progenitores ni a los hermanos de la víctima por un plazo de 19 años.
En el caso de Erica, el jurado consideró probada por unanimidad su implicación en el asesinato, y por mayoría la de Jorge, que estaba con ella en el portal donde Valentín fue apuñalado, y José Manuel, conductor del coche en que los tres se desplazaron desde León --donde vivía ella tras separarse de la víctima-- hasta Mataporquera.
HECHOS PROBADOS
El jurado declaró probado por unanimidad que los tres estuvieron el día antes de los hechos con el coche en las inmediaciones del domicilio de Valentín. El 15 de mayo, volvieron de nuevo a Mataporquera sobre las 22.00 horas, aparcaron en la calle contigua y, mientras Ángel esperaba en su interior, Erica y Jorge entraron el portal.
Cuando llegó Valentín, le atacaron de modo inesperado y repentino. En concreto, Jorge se encargó de inmovilizarlo y Erica le apuñaló con el cuchillo que llevaba en repetidas ocasiones, huyendo los dos seguidamente en el coche en el que les esperaba el otro acusado, en dirección a León, según el jurado.
La víctima sufrió heridas que afectaron a órganos vitales, una de ellas al corazón, y que provocaron su muerte por 'shock' hipovolémico sobre las 22.45 horas.
La sentencia corroboraba la autoría de los acusados y el delito de asesinato, al existir alevosía, tal y como estimó el jurado, así como que la acusada fue plenamente consciente de su acción y no presentaba trastornos de la personalidad, como tampoco Jorge B.C.
A Erika A.M. le impuso 18 años de prisión por la agravante de parentesco con la víctima, y a los otros dos acusados 17 y seis meses por no existir dicho agravante.