ALMERÍA, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a un total de cuatro años de inhabilitación especial para empleo o cargo público a los dos agentes de la Guardia Civil destinados en el puerto de de Carboneras (Almería) a los que un jurado popular declaró culpables de cohecho por recibir dos cajas de gambas valoradas en 300 euros a cambio de no informar a la autoridad aduanera del arribo de un barco pesquero de bandera argelina con carga de marisco.
El fallo dictado por la Sección Segunda impone a J.M.L.G. y J.S.E. penas de dos años de inhabilitación y multa de 400 euros mientras que al tercer procesado, el armador P.E.C., le condena a un año y seis meses de inhabilitación y al pago de una multa de 300 euros, según han informado a Europa Press fuentes judiciales, que han precisado que las defensas de los dos guardias civiles han elevado recurso de apelación al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
La portavoz del jurado popular dio a conocer el pasado día 1 el veredicto de culpabilidad por mayoría de siete a dos para los agentes y de ocho a uno para el armador, basado sobre todo en las intervenciones telefónicas que constituían la principal prueba de cargo de la Fiscalía, tras un proceso de deliberación que se prolongó durante dos jornadas.
Para los integrantes del tribunal, J.M.L.G. incurrió en cohecho en virtud de las escuchas fechadas en 4 de enero de 2005, que reflejan una llamada entrante en la que se le advierte de la llegada al puerto de un pesquero de bandera argelina con mercancía, y el 9 de enero, cuando, según consta en el procedimiento, P.E.C. le llamó para decirle que el barco portaba siete cajas de gambas de un valor de 200 euros cada una.
PRINCIPAL PRUEBA DE CARGO
Las intervenciones de las comunicaciones de los acusados, ordenadas por el Juzgado de Instrucción número 2 de Vera y que han constituido la principal prueba de cargo, se enmarcaron en la operación 'Mamola' contra el narcotráfico desarrollada en 2005 y de la que son ajenos ambos guardias civiles.
En el veredicto de culpabilidad, recogido en el fallo de la Audiencia Provincial, se recoge el testimonio "contradictorio" que prestó ante el tribunal durante la segunda jornada de juicio, ya que, en la intervención de su teléfono se le oye "reconocer" ante el armador también procesado que ha recibido las dos cajas de gambas y que las lleva en el coche.
En los mismos términos se pronunció el jurado sobre el agente J.S.G., quien estaba al mando del otro acusado, mientras que con respecto al armador ha considerado que existen pruebas de cargo suficientes para elevar la presunción de inocencia y estimar que actuó como cooperador necesario.
Tras hacerse público el veredicto, el fiscal rebajó en un año la pena inicialmente solicitada de tres años de inhabilitación para los funcionarios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado aunque mantuvo petición del pago de una multa de 500 euros para cada uno de ellos.
HECHOS
La sentencia recoge que los guardias civiles J.M.L.G. y J.S.G., destinados en el puerto de Carboneras (Almería), "idearon de común acuerdo" con P.C.E., tomar en beneficio propio parte de la carga de un pesquero de bandera argelina bajo la amenaza de dar cuenta de su presencia en puerto y precintar la mercancía.
Así, el 9 de enero de 2007 arribó al puerto el pesquero 'Sar Abadis' con una cantidad no determinada en su bodega de cajas de crustáceos "susceptibles de ser vendidas fuera de los cauces reglamentarios en territorio español". Ese día, los agentes, destinados en el Resguardo Fiscal, acordaron, con "omisión de sus obligaciones" el plan a través del tercer acusado, P.E.C.
Un día después se personaron en el barco acompañados de un mecánico empleado de P.E.C. y, "en lugar de cumplir con sus obligaciones", instaron a la tripulación del buque a que le entregasen dos cajas de gambas a cambio de no comunicar su presencia a las autoridades aduaneras y precintar la mercancía.
Tras conseguir lo que pretendían, el empleado recogió las cajas y las transportó hasta una furgoneta propiedad del tercer acusado, de donde, poco después, fueron recogidas por los agentes, que se las repartieron entre ambos.