MADRID 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Iglesia católica, evangélicos, judíos, musulmanes, ortodoxos y anglicanos han firmado una declaración conjunta en la que proponen al Gobierno abrir un "diálogo" ante su "seria preocupación" por el anuncio realizado el pasado 17 de septiembre de 2024 por parte del ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños García, de una reforma integral del Código Penal, incluyendo la derogación del delito contra los sentimientos religiosos o de escarnio público del artículo 525 del Código Penal.
"Como representantes de nuestras comunidades y con el deseo de trabajar por la edificación de una sociedad más justa y fraterna aportando la riqueza de nuestras tradiciones religiosas, tendemos la mano a nuestros gobernantes para entablar un diálogo respetuoso sobre la derogación anunciada del delito contra los sentimientos religiosos, que vulnera sustancialmente el derecho de libertad religiosa, así como sobre cualquier toma de decisiones que afecten a ese derecho fundamental, a través del cauce ordinario de la Comisión Asesora de Libertad Religiosa", subrayan en el comunicado publicado este martes.
Asimismo, apelan "a los representantes de los distintos partidos políticos a que, actuando en conciencia, trabajen por defender los derechos universales de los ciudadanos, que están por encima de las opciones ideológicas, y a que protejan en su integridad el derecho fundamental de libertad religiosa".
Las confesiones religiosas firmantes aseguran que respetan el derecho a la libertad de expresión pero, al mismo tiempo quieren reivindicar también el derecho de sus fieles "a poder vivir la fe en un clima de respeto a los sentimientos religiosos, amparados por otros derechos también protegidos constitucionalmente, tales como el derecho a la libertad religiosa, libertad de conciencia (art. 16) y derecho a la dignidad e integridad moral (art. 15)".
Estos derechos, según indican, "por ser fundamentales, no pueden prevalecer uno en detrimento de los otros, como si uno fuera absoluto y los demás relativos, pues todos son necesarios para sustentar la armonía de las libertades y los derechos humanos fundamentales en las sociedades democráticas, cuyos poderes públicos han de custodiar celosamente por el bien de todos, incluidas las minorías".
Además, señalan que, "en muchos casos, la vulneración de la libertad religiosa ha conllevado también la censura de la libertad de expresión", por lo que consideran que "la protección integral de la libertad religiosa es garantía para el ejercicio pleno del derecho a la libertad de expresión y del resto de los derechos fundamentales y libertades públicas".
También alertan de que "la normal aceptación de insultos, estereotipos, bromas hirientes y ridiculizaciones, son en ocasiones la base para que puedan producirse comportamientos más graves tales como amenazas, agresiones u otro tipo de actos violentos contra las personas creyentes y los lugares de culto", actos que, según precisan, "están creciendo por toda Europa".