Adoptar medidas verdes en la recuperación económica podría evitar la mitad del calentamiento adicional esperado para 2050
MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio internacional dirigido por la Universidad de Leeds, en Reino Unido, advierte de que incluso si se mantienen algunas medidas de confinamiento hasta fines de 2021, sin más intervenciones estructurales, las temperaturas globales solo serán aproximadamente un 0,01 grado centígrados (C) más bajas de lo esperado para 2030.
Sin embargo, el estudio estima que incluir medidas de política climática como parte de un plan de recuperación económica con un fuerte estímulo verde podría evitar más de la mitad del calentamiento adicional esperado para 2050 con las políticas actuales, según publican en la revista 'Nature Climate Change'.
Esto es a pesar de que la repentina reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y los contaminantes del aire durante el cierre tienen un impacto insignificante en mantener bajo el cambio de temperatura global.
Esto proporcionaría una buena posibilidad de que las temperaturas globales se mantengan por debajo del límite de calentamiento global de 1,5 C al que se aspira el Acuerdo de París y evitar los riesgos e impactos severos que traerán las temperaturas más altas.
El investigador Piers Forster comenzó a trabajar con su hija, Harriet, después de que se cancelaran sus niveles A. Analizaron los datos de movilidad global recientemente accesibles de Google y Apple. Calcularon cómo cambiaron 10 diferentes gases de efecto invernadero y contaminantes del aire entre febrero y junio de 2020 en 123 países. Luego trajeron a un equipo más amplio para ayudar con el análisis detallado.
Los hallazgos del equipo detallan cómo, a pesar de que el dióxido de carbono (CO2), los óxidos de nitrógeno (NOx) y otras emisiones caen entre un 10 y un 30% a nivel mundial, a través de los cambios de comportamiento masivos observados durante el bloqueo, solo habrá un impacto mínimo en el clima, principalmente porque la disminución de las emisiones de las medidas de confinamiento es temporal.
Los investigadores también modelaron opciones para la recuperación posterior al bloqueo, lo que demuestra que la situación actual brinda una oportunidad única para implementar un cambio económico estructural que podría ayudarnos a avanzar hacia un futuro más resistente y con cero emisiones netas.
El autor principal del estudio, el profesor Piers Forster, director del Priestley International Center for Climate en Leeds e investigador principal del consorcio CONSTRAIN, señala "las decisiones que se tomen ahora podrían darnos una gran posibilidad de evitar 0,3C de calentamiento adicional para mediados de siglo, reduciendo a la mitad el calentamiento esperado con las políticas actuales, lo que podría significar la diferencia entre el éxito y el fracaso cuando se trata de evitar un cambio climático peligroso".
"El estudio también destaca las oportunidades para reducir la contaminación del tráfico mediante el fomento de los vehículos de bajas emisiones, el transporte público y los carriles para bicicletas --prosigue--. La mejor calidad del aire tendrá de inmediato importantes efectos en la salud y comenzará a enfriar el clima de inmediato".
La coautora del estudio, Harriet Forster, que acaba de completar sus estudios en la Escuela Queen Margaret, resalta que el artículo "muestra que el efecto real del bloqueo sobre el clima es pequeño. Lo importante a reconocer es que se nos ha dado una enorme oportunidad de impulsar la economía mediante la inversión en industrias ecológicas, y esto puede marcar una gran diferencia en nuestro clima futuro".
Igualmente, la coautora del estudio, Corinne Le Quéré, de la Universidad de East Anglia, apunta que "la caída en las emisiones que experimentamos durante el COVID-19 es temporal y, por lo tanto, no hará nada para frenar el cambio climático, pero las respuestas del gobierno podrían ser un punto de inflexión si se enfocan en una recuperación verde, ayudando a evitar impactos severos del cambio climático".
Por su parte, el coautor del estudio, Joeri Rogelj, del Instituto Grantham - Cambio climático y medio ambiente en el Imperial College de Londres, señala que, "a la vez aleccionador y esperanzador, el repentino desplome de las emisiones globales debido a las medidas de bloqueo no tendrá un impacto medible en las temperaturas globales para 2030; pero las decisiones que tomemos este año sobre cómo recuperarnos de esta crisis pueden ponernos en un camino sólido para cumplir con el Acuerdo de París".
"De esta tragedia surge una oportunidad, pero a menos que se aproveche, no se excluye una próxima década más contaminante", añade.
El coautor del estudio, Matthew Gidden, de Climate Analytics, en Berlín, apunta que "el efecto duradero del COVID-19 sobre el clima no dependerá de lo que suceda durante la crisis, sino de lo que venga después. El estímulo centrado en la recuperación ecológica y la inversión baja en carbono puede proporcionar el impulso económico necesario mientras se encamina al mundo para cumplir las promesas climáticas".