MADRID, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
España es un país de una gran diversidad natural, con una fauna y una flora muy variadas y con climas casi opuestos en sus diferentes latitudes. Y esa es la razón de que existan muchos Parques Nacionales alrededor del país, cada cual de una biodiversidad distinta.
La categoría de Parque Nacional implica que un área determinada pasa a ser protegida y controlada por el Estado para la conservación de su fauna y flora. Se escogen por las características específicas de su terreno, que son representativa de la región.
Hay hasta un total de 15 Parques Nacionales que se pueden disfrutar en España, con especial presencia de la islas Canarias, las cuales cuentan con hasta cuatro parques dentro de sus fronteras.
De norte a sur, este es un repaso a la fauna y flora del país a través de sus Parques Nacionales.
Se trata de unas islas situadas en Galicia, a las puertas del océano Atlántico. La mayoría de sus riquezas se encuentran en sus acantilados, entre los que se pueden hallar más de 200 especies diferentes de algas, peces y moluscos.
Al norte de España, los Picos de Europa poseen la mayor formación caliza de la Europa Atlántica. Sus lagos son famosos por su belleza y la vida se abre paso entre los bosques con corzos, lobos e incluso osos. El cielo lo copan más de 100 especies de aves diferentes y sus iglesias y pueblos atraen a multitud de turistas.
En los Pirineos Aragoneses se sitúa el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Entre sus montañas destaca el Monte Perdido, con 3.355 metros de altura.
En el parque predominan el frío, la nieve y el clima de montaña. Posee una zona especial de protección para las aves y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997.
Su principal distintivo son sus más de 200 lagos y estanques y sus meandros de alta montaña que convierten a este Parque Nacional, ubicado en Cataluña, en una de las excursiones más inolvidables que se pueden hacer en la región. Los bosques están llenos de cascadas, plantas y animales que pueblan el parque para deleite de sus visitantes.
En el parte oriental del Sistema Central se encuentra la Sierra de Guadarrama, repartida entre Madrid y Segovia. Gracias a la poca presencia de los hombres, el parque es un refugio de la biodiversidad.
El parque sirve de refugio para animales como el jabalí, el corzo, el gamo o la cabra y su gran vegetación se debe a que separa las cuencas hidrográficas del Tajo y del Duero.
Este Parque Nacional está bañado por el río Tajo, en su paso cercano por Cáceres. Se trata del primer espacio protegido de Extremadura, declarado Parque Natural el 4 de abril de 1979.
Es un destino fijo para todos los turistas que buscan el vuelo de la cigüeña negras, alimoches, buitres o el águila imperial. Aunque entre sus tierras también abundan las nutrias, el gato montés, el tejón, la jineta o el zorro.
Refugio de grandes rapaces y aves en peligro de extinción, el Parque Nacional de Cabañeros es una joya que se encuentra entre los Montes de Toledo.
El 11 de julio de 1988 se declaró Parque Nacional, justo después de paralizar el proyecto del Ejército que quería convertirlo en un campo de tiro. Y una de las razones por las que se paralizó dicho proyecto es su bosque mediterráneo, que además de bien conservado alberga una gran variedad de sistemas ecológicos asociados.
Se trata de un humedal bañado por los ríos Guadiana y Gigüela y se encuentra en Ciudad Real. El desbordamiento de agua de sus ríos es lo que convierte a este parque en único en España.
Su escasez de desniveles favorecen el mantenimiento del humedal y lo transforma en el lugar perfecto para la nidificación de muchas aves, que acuden en masa a sus aguas.
Es un conjunto de islas e islotes calcáreos, con importantes colonias de aves marinas, especies endémicas y un fondo marinos muy bien conservado.
Es un importante punto de escala en la ruta migratoria de más de 150 especies de aves hacia África y Europa. La escasa presencia humana en estos islotes del archipiélago balear han conservado su flora casi inalterada desde hace cientos de años.
Además de una de las estaciones de esquí más grandes de España, Sierra Nevada es parte del Parque Nacional con el mismo nombre y que alcanza parte de la provincia de Granada y de Almería.
La fauna del parque está compuesta por más de 2.000 especies vegetales, anfibios, reptiles, mamíferos, aves y una rica entomofauna (fauna compuesta por insectos).
11. PARQUE NACIONAL DE DOÑANA
Doñana es única e irrepetible gracias a la confluencia de un conjunto de ecosistemas como son sus playa, sus dunas, los cotos o las marisma.
Es un mosaico de ecosistemas al sur del país que se ha convertido en un punto clave para el paso, cría e invernada de miles de aves, en especial su humedal.
Característico por el color negro de la tierra, se trata de una zona que fue arrasada por un volcán y que por eso posee ese color parecido al carbón en muchas zonas. Se la considera como una tierra renacida, perfecta para estudiar la evolución de la plantas e insectos y por ello declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Es uno de los cuatro Parques Nacionales que hay en las Islas Canarias, correspondiente a la isla de Lanzarote, y el tercero más visitado de toda España.
13. PARQUE NACIONAL DEL TEIDE
Frente a la montaña más alta de España, con 3.718 metros de altitud, la naturaleza también ha dejado su sello y firma. Debido a la conformidad del terreno, la flora ha brotado siempre alrededor del Teide de una manera única.
Es el Parque Nacional más antiguo de la Islas Canarias y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2007.
La isla de La Gomera alberga el Parque Nacional de Garajonay, que ocupa el 10% del total de su territorio. El parque tiene abundantes bancos de niebla, un gran número de especies endémicas y unos espectaculares monumentos geológicos, como los Roques.
Su nombre proviene de lugar más alto de la isla, el Garajonay.
Con más de 2.000 metros de desnivel, la Caldera de Taburiente es un circo formado por erupciones volcánicas, por la erosión del agua y por el tiempo, factores que le ha dado esa formación parecida a una caldera.
Además de los animales y la plantas, maravillan la red de arroyos y torrentes que posee el parque y que son de gran fuerza erosiva.