MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
La travesía atlántica de la joven activista sueca Greta Thunberg para acudir a la XXV Cumbre del Clima que se celebrará en Madrid del 2 al 13 de diciembre estará marcada por un tiempo de continuas borrascas en el Atlántico norte.
Según ha explicado a Europa Press el portavoz de la AEMET, Rubén del Campo, la joven tendrá durante su travesía un "tiempo revuelto", porque precisamente el anticiclón de las Azores (que bloquea la entrada de borrascas del norte) se ha desplazado hacia suroeste, lo que permite la entrada y formación continua de borrascas en estas latitudes del Atlántico.
La joven partió el miércoles de la semana pasada desde Virginia (Estados Unidos) en el catamarán 'La Vagabonde', una embarcación de 84 pies de eslora (25,6 metros de largo), propiedad de una familia australiana que junto a su bebé viajan por todo el mundo y relatan sus hazañas en una página de Internet. "Muy contenta de poder decir que con suerte llegaré a la COP25 en Madrid", anunció la joven el martes pasado.
Greta, que no viaja en avión por el alto impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero, viajó el pasado verano junto al príncipe de Mónaco Pierre Casiraghi en su velero eléctrico Malizia y llegó a Nueva York a principios de septiembre para asistir a la Cumbre de Acción Climática de la ONU y, desde ahí, viajar por América con su mensaje de reclamación de acción contra el cambio climático hasta llegar a la COP25, inicialmente planificada en Santiago de Chile.
Los problemas sociales en el país suramericano motivaron el cambio de sede a Madrid y la joven comenzó a buscar ayuda para cruzar de vuelta el Atlántico.
La semana pasada la ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera --que había ofrecido por Twitter la ayuda de España a Thunberg-- pronosticaba que esta no vendría por las circunstancias meteorológicas en la travesía en el Atlántico norte pero que, en cualquier caso su mensaje llegaría a los asistentes a la CO25 en conexión por Internet.
Finalmente, la joven encontró una forma sostenible de llegar a Madrid, aunque sea contra viento y marea. Aun se desconoce al punto de la Península al que arribará la joven junto a la familia australiana.