MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
La confirmación del primer caso de contagio de ébola fuera de África Occidetal ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias mundiales mientras muchos se preguntan cómo ha sido posible el contagio ante tantas medidas de seguridad.
La teoría principal apunta a un fallo humano, pero aún no hay nada oficial. El protocolo, basado en el establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene los siguiente mecanismos de seguridad previstos en caso de detectar un posible caso de ébola:
El protocolo establece al Hospital Carlos III de Madrid como centro para tratar y confirmar los casos. En caso de que surja un posible enfermo por ébola, lo primero que se requiere es información clínica y virológica, una definición del caso donde se describen las características de la enfermedad y los síntomas que presentan los pacientes para poder investigarlo.
En cuanto se sospeche de un posible caso, los médicos deben notificarlo de forma urgente a los Servicios de Salud Pública de las CCAA y desde ahí al Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad. Desde el CCAES se transmitirá la información a los organismos nacionales e internacionales establecidos.
MANEJO DE PACIENTES
En el protocolo, con respecto al manejo de los pacientes de ébola en investigación o confirmados, se incluyen precauciones de contacto y de transmisión aérea. El paciente debe permanecer en aislamiento estricto. Para su transporte se utilizará una ambulancia especialmente preparada y cuyo personal debe portar un equipo de protección personal adecuado.
Para un paciente con ébola no existe un tratamiento específico, por eso, ante la posibilidad de un caso, se debe iniciar un tratamiento intensivo de soporte. Se contraindican las inyecciones intramusculares, las aspirinas, los antiinflamatorios no esteroideos y las terapias anticoagulantes. Es importante minimizar el uso de procedimientos invasivos que pueden provocar el sangrado excesivo del paciente.
Para el manejo de pacientes se previene contra el contacto estrecho o de alto riesgo, que es aquel que implica contacto físico directo con un paciente sintomático o con su sangre, orina o secreciones, o con sus ropas, ropa de cama o fómites contaminados con sangre, orina o fluidos del paciente.
También se incluye el atender al paciente, o manejar sus muestras, sin las medidas de protección correctamente utilizadas (contactos familiares, enfermeros, personal de laboratorio, de enfermería, de ambulancia, médicos y otro personal). Se específica el peligro de tener contacto con el cadáver del fallecido por ébola o de tener contacto con un animal infectado con la enfermedad.
En un nivel más bajo, también se previene contra el contacto casual (o de bajo riesgo), que consiste en: coincidencia en un mismo espacio con un paciente sintomático, pero sin contacto físico directo con él ni con sus fluidos corporales.
Según el tipo de contacto que se tenga el manejo de la persona es distinto. Si se trata de un contacto de riesgo, se pone en marcha una vigilancia activa supervisada durante los 21 días posteriores a la última fecha de exposición posible a la infección.
AVIÓN
Ante una sospecha de ébola por viajar a uno de los países de origen de la enfermedad, se procede a identificar a las personas que durante el vuelo han tenido un contacto de riesgo de acuerdo a las guías del ECDC para la valoración del riesgo de enfermedades transmisibles en aeronaves. A estas personas se les informa de la sospecha, se recoge la información para poder establecer contacto con ellos y se establece el seguimiento correspondiente.
En el protocolo se recomienda, en todos los casos, evitar relaciones sexuales durante las 7 semanas posteriores a su recuperación.
En el caso de sospecha de contagio con un fallecido, no se debe realizar la autopsia dada la elevada carga viral de los fluidos corporales. El contacto con los cadáveres de personas fallecidas por esta enfermedad debe limitarse a personal entrenado.
CONTROL DEL MEDIO AMBIENTE
A la hora de limpiar y manipular la ropa, material o superficies contaminadas por el enfemo, se debe usar el EPI (Equipos de Protección Individual) adecuado. Las superficies, los objetos inanimados contaminados o equipos contaminados deben ser desinfectados con un desinfectante de uso hospitalario o con una dilución de 1:100 de hipoclorito sódico (lejía) de uso doméstico.
La ropa contaminada debe ser incinerada, o tratada en autoclave, o colocada en doble bolsa con cierre hermético en el lugar de lavado y lavada urgentemente en un ciclo normal de agua caliente con lejía.