MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un total de 67 inmigrantes se fugaron este miércoles por la noche del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Sangonera la Verde (Murcia) después de que uno de ellos fingiera sentirse indispuesto y los internos protagonizaran un motín en las instalaciones que se saldó con cinco agentes de Policía Nacional heridos.
Sobre las 21.00 horas, uno de los inmigrantes fingió estar enfermo y, cuando los agentes que custodiaban las instalaciones dieron acceso a la ambulancia que iba a atenderlo, los internos protagonizaron el motín, según informaron a Europa Press fuentes de la Policía Nacional.
Los internos agredieron a cinco agentes con extintores y cuchillos que obtuvieron porque consiguieron acceder a la cocina del Centro. Los policías resultaron heridos con policontusiones, aunque ninguno de ellos se encuentra en estado grave.
En total, en el CIE había 127 inmigrantes internos en el momento del suceso, de los que se fugaron 67. La Policía Nacional, con patrullas de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, habilitó inmediatamente un dispositivo especial de búsqueda con la colaboración de los cuerpos de Policía Local de Molina de Segura y de Cartagena que se ha saldado, de momento, con la detención de 38 de los 67 fugados.
El dispositivo continúa en marcha para tratar de dar con el paradero de los 29 inmigrantes que permanecen fugados, según las mismas fuentes.
Cuatro de los agentes heridos fueron trasladados en ambulancia al Hospital La Vega de Murcia, mientras que el quinto se trasladó por sus propios medios al Hospital Quirónsalud de Murcia. Ninguno de ellos presentaba heridas graves, según informaron a Europa Press fuentes del Centro de Coordinación de Emergencias.
El CIE de Sangonera se encuentra al máximo de su ocupación con 127 inmigrantes irregulares, todos ellos de nacionalidad argelina, y fuentes policiales han asegurado que no es la primera vez que se producen altercados en su interior. Del CIE de Sangonera, los internos son derivados al Consulado de Argelina para tramitar su expulsión.