La directora de Unicef, Catherine Russell, y el Papa Francisco - UNICEF
ROMA, 27 May. (EUORPA PRESS) -
La directora de Unicef, Catherine Russell, ha instado junto al Papa a proteger a los niños de la devastación de las guerras. "No es fácil ser niño en el mundo de hoy. Cientos de millones de niños siguen viendo sus vidas arrebatadas por las guerras y la violencia, la pobreza y la desigualdad, y el impacto del cambio climático, como sequías, incendios, tormentas más fuertes y contaminación", ha señalado Russell, que se reunió el pasado domingo con el Pontífice acompañada de diez niños.
Russell ha recalcado que Francisco ha advertido contra una globalización de la indiferencia. "Debemos transformar la indiferencia y el desprecio por los derechos y el bienestar de los niños en una globalización de la paz, la bondad y el cuidado de todos los niños, en todas partes", añade.
Rusell concluyó este domingo 26 de mayo una visita de tres días a Roma, en la que participó en el Estadio Olímpico de Roma junto a cerca de 70.000 niños en la primera Jornada Mundial de la Infancia organizada por el Vaticano para pedir a la comunidad internacional más acciones en favor de los millones de niños afectados por la pobreza, los conflictos y la crisis climática, según ha informado la organización en un comunicado.
"En cualquier conflicto o catástrofe, los niños son siempre los primeros en sufrir, y los que más sufren --ha lamentado Russell--. Debemos escuchar las voces de los niños y crear un mundo apropiado para todos ellos. No podemos ser complacientes cuando los niños son asesinados, heridos y privados de su futuro". Russell ha instado a los niños a contribuir a crear un mundo más pacífico, equitativo y habitable.
La responsable de Unicef obsequió al Pontífice con dos cuadros de niños de la República Democrática del Congo, un país devastado por la guerra.
Según datos de Unicef, cerca de 400 millones de niños -o aproximadamente uno de cada cinco- viven en zonas de conflicto o huyen de ellas, en lugares como Gaza, Haití, la República Democrática del Congo, Sudán, Ucrania y Yemen. Al mismo tiempo, más de mil millones de niños viven actualmente en países que corren un "riesgo extremadamente alto" por los efectos del cambio climático.