MADRID, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -
Ecologistas en Acción ha pedido a los gobiernos europeos que se comprometan a reducir la deforestación y ha destacado que una "herramienta fundamental para mitigar esta problemática" es el EUDR, un reglamento que busca abordar la deforestación y la degradación forestal vinculadas al consumo y producción en la Unión Europea (UE) del ganado, aceite de palma, soja, cacao, café, madera y caucho.
"El EUDR puede proteger los bosques, promoviendo la mitigación del cambio climático y sus efectos globales, que aumentan el riesgo de incendios. Sin embargo, su éxito depende de la implementación inmediata y el cumplimiento riguroso por parte de todos los Estados miembros de la UE", ha subrayado la portavoz del grupo ecologista, Silvia Fernández.
Tal y como ha indicado Ecologistas en Acción, el consumo de la UE es un factor clave en la deforestación y degradación forestal en todo el mundo. En este sentido, ha recordado que la expansión agraria causa "cerca del 90% de la deforestación mundial, especialmente en el Sur global, donde se produce la mayor parte de los alimentos". En concreto, el 58% de la deforestación mundial vinculada a la agricultura entre 2001 y 2015 (123 millones de hectáreas) correspondió sólo a ganado, aceite de palma, soja, cacao, café, madera y caucho.
Además, la organización ha recordado que la deforestación juega un papel "crucial" en la proliferación de los incendios forestales. Así, ha explicado que la pérdida de cobertura forestal tiene impactos en la regulación del clima y genera un aumento de emisiones de dióxido de carbono (CO2). El cambio climático resultante eleva las temperaturas, la severidad de las olas de calor y las sequías, lo que a su vez incrementa la frecuencia y gravedad de los incendios forestales, que por su parte causan más deforestación.
Asimismo, Ecologistas en Acción ha destacado el rol de los bosques en la regulación del ciclo hidrológico y que su destrucción puede alterar los patrones de lluvia globales, lo que a su vez contribuye a la aparición de sequías. Según la organización, estas condiciones favorecen que la vegetación esté más seca, lo que crea un entorno "propicio" para los incendios forestales.