También señala la entrada de múltiples actores que desean invertir en el sector sanitario
MADRID, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
El empoderamiento del paciente gracias a herramientas tecnológicas, la atención domiciliaria y la entrada de múltiples actores en el sector sanitario son algunas de las tendencias que marcarán el futuro de la salud, según un informe de Mapfre.
El estudio 'La salud que viene', elaborado por Mapfre Open Innovation en colaboración con Accenture y con aportaciones de expertos en un reciente evento organizado por la aseguradora en Barcelona, indica que actualmente se está construyendo un nuevo paradigma en el ámbito de la salud.
Una de las tendencias identificadas por Mapfre es que los nuevos avances tecnológicos dotan al ciudadano de "herramientas para tener más conocimiento y control sobre su bienestar, empoderándolo y convirtiéndolo en parte activa de la prevención y el camino hacia una salud mejor".
CONOCER EL RIESGO DE PADECER UNA ENFERMEDAD
Concretamente, menciona los dispositivos para la automonitorización de la salud y el bienestar y los programas de actividad 'gamificados' asociados. Por ejemplo, EndeavorRx, el primer videojuego con prescripción médica para tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
También señala la posibilidad de realizarse test moleculares y análisis genéticos para que cada persona pueda conocer el riesgo de padecer una enfermedad o la sensibilidad a determinadas sustancias, así como cambiar sus hábitos para mejorar su salud.
Estas herramientas pueden resultar útiles para los servicios de salud preventiva, según el informe. Miquel A. Bru, cofundador de Made of Genes, sostiene que solamente curando no se logra hacer sostenible el sistema sanitario y que "la clave está en prevenir" mediante el cambio de hábitos y la genómica.
LA TELEMEDICINA HA VENIDO PARA QUEDARSE
Por otro lado, el estudio señala que, a raíz de la pandemia del Covid-19, parece que "la telemedicina ha venido para quedarse" y que "una parte relevante de la atención primaria se traslada de los centros médicos a los hogares". Se estima -añade- que en 2025 el gasto en atención domiciliaria representará el 25% del presupuesto total de salud.
En este contexto, alude a aplicaciones que permiten el diagnóstico remoto, nuevas formas de terapia digital -que utilizan la inteligencia artificial para ofrecer programas personalizados que el usuario realiza por su cuenta- y soluciones para la monitorización de pacientes.
En opinión de Pedro Díaz Yuste, director general de Savia (la plataforma de servicios de salud digital de Mapfre), "es difícil sustituir la atención presencial con una atención remota, pero el Covid lo cambió todo".
En tercer lugar, el informe destaca la "efervescencia" en el sector de la salud, que ha experimentado "una inyección de liquidez sin precedentes" en los últimos años y en el que han entrado múltiples actores con ganas de invertir.
Desde 'startups' de salud digital -con una alta especialización en los servicios que se ofrecen al usuario- hasta gigantes tecnológicos como Apple, Google o Amazon, pasando por empresas de telecomunicaciones.
Ante este panorama de oferta "atomizada", el director gerente de Accenture, Nicolas Monsarrat, cree que "habrá actores de todo tipo que deberán cooperar", teniendo en cuenta siempre que "en el centro de todo está el paciente".
INTEROPERABILIDAD DE LOS DATOS Y PERSONALIZACIÓN
Asimismo, el estudio apunta a la interoperabilidad y a la personalización. Sobre este último aspecto, explica que el procesado masivo de datos en el ámbito de la medicina permite entrenar algoritmos capaces de anticipar una enfermedad, dar con el diagnóstico adecuado o identificar el tratamiento con mayores probabilidades de éxito.
"La inteligencia artificial es esencial para la medicina personalizada", afirma Mapfre, que apuesta por combinar el acceso masivo a información agregada y anonimizada con fuentes de datos relativas a un individuo en concreto para poder no solo diagnosticar y elegir un tratamiento, sino también prever futuras dolencias.
Por ejemplo, mediante los llamados "gemelos digitales" para simular escenarios o utilizando la impresión 3D para ensayar operaciones quirúrgicas o imprimir prótesis y material médico.
Por último, la interoperabilidad se refiere a la necesidad que observa la compañía aseguradora de que la digitalización contribuya a acabar con "la dispersión y estanqueidad del almacenamiento de datos de salud" personales y a impulsar estándares e infraestructuras tecnológicas para facilitar el intercambio de información.
"Igual que donamos órganos para la ciencia, tendríamos que empezar a pensar en donar los datos para la ciencia", defiende Luis Marín, de CancerAppy.
El informe de Mapfre concluye enumerando algunas de las disrupciones futuras que podrían surgir en el sector de la salud: edición genética, innovaciones antienvejecimiento a nivel celular, extremidades y órganos biónicos e impresión de órganos y tejidos.